Uno no elige a la familia, pero, afortunadamente, a veces sí tiene oportunidad de escoger a la novia y cuando la familia de ella no son buenas noticias, más vale decir “aquí corrió que aquí quedó”, como lo descubriría un joven, a quien su primer encuentro con su suegro lo dejó marcado de por vida y acabó con su relación amorosa de entonces.
Adrián Quintanilla nos relató una anécdota increíble que parece sacada de la más revuelta y retorcida telenovela mexicana, pues, por azares del destino, cuando se encontraba de visita en Ciudad Neza para apapachar a su novia, su suegro lo amagó y despojó de dinero y celular.
Un junkie de las emociones fuertes que ni idea tenía de que se dirigía a su perdición
Been there, done that; iba directito a que lo desplumaran. pic.twitter.com/wt3yPnOysE
— Matthew Rickson (@matthew_rickson) June 2, 2023
No iba a agraviar a mi chica, que vivía bien lejos, en Neza, siendo que yo soy del Estado de México, así quedamos de vernos en un punto medio. Me lancé directito a la cuna de los lobos.
Adrián se declara a sí mismo como un buscador de emociones, pues dice que le gusta que sus chicas vivan en lugares lejanos y desconocidos, donde reine la incertidumbre.
Sin tener idea de dónde debía bajarse, se aventuró en aguas desconocidas mediante la combi, donde se quedó dormido, pero cuando despertó, se tuvo que bajar en media carretera, donde quedó atrapado y perdido entre los carriles. “Afortunadamente”, un “cholo local” se acercó a ayudarlo, ofreciéndole guía y apoyo… hasta que le pidió “cooperacha pa’ la caguama”.
Mira carnalito, yo sé que tú trabajas por lo tuyo. Yo no te vengo a asaltar, ni mucho menos a agraviar. Simplemente quería preguntarte, no tendrás una monedita que me regales, que me prestes para poder ‘acompletar’ lo de mi caguama?
-El ‘amable extraño’ que ayudó a Adrián
Cuando Adrián le dijo que “no traía”, el fino residente de Neza montó en cólera y le dijo: “Mira carnalito, al chile, se ve que ni eres de aquí, se ve que no eres de aquí, así que o cooperas o hasta p*nche encuerado te vamos a dejar”, monólogo que se aventó mientras se levantaba la camisa para mostrar un cuchillo para intimidar a Adrián. El joven captó la indirecta y le soltó 10 dólares y su celular, quedando ultrajado y ofendido. Poco después, ya repuesto, retomó el rumbo y logró llegar a casa de su novia.
Su queridita lo recibió de beso y todo, preguntándole cómo le había ido, a lo que el joven respondió con la verdad. A pesar de todo, trataron de salvar la cita, viendo una película y degustando unos tacos. Parecía que lo peor había quedado atrás, cuando de repente alguien tocó a la puerta. La suegrita de Adrián le dijo emocionada “Ándele, vaya a abrirle a su papá”; con la emoción de “quedar bien con el suegro”, el chico fue a abrir la puerta y se encontró con un rostro bien familiar que le heló la sangre.
Salga de ahí, soldado
El hombre que había asaltado a Adrián saludó a su familia, pero cuando hizo contacto visual con su yerno, se le fue el color del rostro. Reconociéndose mutuamente, Adrián y su suegro quedaron ahí, congelados, durante medio minuto. Cuando el caco por fin recuperó la compostura, salió disparado a su habitación sin decir ni una palabra más.
Cuando ya se iba a ir de la casa de su novia, el padre de la chica le dijo a su pequeña “oye, se le cayó su celular a tu novio en la puerta”. La muchacha, que ya debía saber por dónde iba la cosa, le entregó su celular a Adrián sin mediar palabra y él se pasó a retirar. A partir de entonces, nunca volvió a ver a su ex ni a mandarle mensajes ni a hablar del asunto, hasta que se sinceró por TikTok y le envió un sentido mensaje: “Si estás viendo este video: Tu papá se pasó de v*rga”.