Todos vivimos momentos muy difíciles durante el 2020. Aceptémoslo, cambiar la libertad de ver a tus amigos, abrazar a tu familia o ir a un bar a tomar una cerveza por una vida alejado de todo y atrapado en casa, teniendo miedo de salir fue una experiencia muy difícil que disparó problemas de ansiedad y depresión en muchas personas.
Un año aislados del mundo fue una experiencia dura, ahora imagínate estar así por los últimos 10 años de tu vida. Si no sabes lo que se siente, puedes preguntarle a Nito Souji, un japonés que desde el 2011 vive encerrado en su casa y solamente sale una vez cada par de meses para un corte de pelo.
Este chico no es el paciente cero de ningún tipo de virus nuevo que lo obligue a estar aislado, sino que lo hizo por decisión propia. Nito es uno de los muchos hikikomori que existen en Japón, personas que prefieren estar aislados en su propia casa que salir a convivir con el mundo que los rodea.
Para Nito, todo empezó hace 10 años luego de regresar a su ciudad natal en Tokio y descubrir que se sentía avergonzado y temeroso de salir a la calle. A partir de ahí, empezó a recluirse en su propio hogar, desde donde come, trabaja, duerme e incluso se ejercita.
Nito Souji eliminó de su vida todas las actividades que lo obligan a salir: no ve a sus amigos, trabaja desde casa desarrollando videojuegos e incluso hace la compra en línea. La única ocasión que tiene para salir al mundo es cuando le toca un corte de pelo cada determinados meses.
Su día comienza a las 11:00 a.m. cuando se despierta. Posteriormente desayuna algo mientras ve las noticias y luego responde algunos mensajes y correos del trabajo. Después Nito dedica dos horas para trabajar como desarrollador y programador de videojuegos. Luego de su almuerzo, regresa al trabajo, hace un poco de ejercicio en la noche y continúa trabajando hasta las 04:00 a.m.
Todo esto lo hace sin salir de casa, pues Nito se planteó este estilo de vida en donde es completamente suficiente e independiente económicamente, pero a pesar de que su vida pueda parecer un sueño para muchas personas, la realidad de sus acciones esconden un problema bastante grave.
Ser un hikikomoris es la realidad de muchos jóvenes adultos en Japón y otros países asiáticos. Las personas que viven así usualmente tienen problemas de autoestima y ansiedad social derivados de un estilo de vida competitivo en donde si no eres lo que el mundo espera de ti, es preferible alejarse de él y recluirse.
Nito le dijo a Unilad que se aisló del mundo porque quería concentrarse en su trabajo:
Me encontraba avergonzado de mí mismo y con temor de salir a la calle. No pude mantener las relaciones con mis amigos de Tokio. Eso significó que no había ninguna razón para salir. Me pone muy nervioso cuando no estoy trabajando en mi proyecto por mucho tiempo.
En Japón hay cerca de 613.000 hikikomoris que viven como Nito, en completo aislamiento social. Para ellos, la cuarentena por el coronavirus no significó un cambio significativo en su estilo de vida, pues por razones psicológicas, han estado recluidos mucho más tiempo que este. ¿Te imaginas perder las ganas de salir al exterior y convivir con personas?