La historia del boxeo en México tiene más de 100 años y los profesionales, y amateurs, que lo practican tienen un enorme orgullo por su deporte. El siglo XX vio multitudes de pugilistas legendarios enorgullecer al deporte nacional con su talento y entrega.
Aunque Jorge Kahwagi, hoy de 54 años, no es reconocido como uno de los mejores, sí es uno de los más famosos, o infames, del boxeo mexicano. Su controvertida carrera de puras victorias por nocaut atrae en igual medida admiración y escepticismo.
Kahwagi y su récord perfecto
Jorge Kahgawi Macari nació en la Ciudad de México el 28 de mayo de 1968. Se ha dedicado a la política, pasando por los partidos Verde Ecologista y Nueva Alianza, además de hacer migas con gente perteneciente a la farándula y a la clase política nacional. Su paso por el deporte le dejó cinco títulos de campeonato, incluidos el del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y el de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Su carrera profesional fue muy corta, constando solamente de 12 peleas, en todas las cuales fue declarado ganador por nocaut. Su prueba de fuego en el boxeo profesional fue un combate contra Perry Williams el 10 de octubre de 2001. Aunque se retiró en 2005 luego de enfrentarse a Roberto Coelho, en julio de 2015 se enfrentó con Ramón Olivas, en Filipinas, haciéndose de su doceava (y última) victoria.
Comparándolo con los grandes
Al ostentar cinco títulos de campeonato y un récord invicto por nocaut, es imposible no compararlo con los grandes del boxeo y preguntarnos cómo se mediría ante ellos. La respuesta podría resultar un poco patética.
Por ejemplo, el famosísimo Julio César Chávez, con 107 victorias (87 por nocaut), seis derrotas y dos empates, convierten al “César del Boxeo” en una figura inalcanzable para el político chilango, mientras que el aún activo Saúl Álvarez “Canelo” tiene 61 victorias (39 por nocaut), dos derrotas, dos empates y, desde 2015, es considerado uno de los mejores boxeadores del mundo. ¿Habría tenido oportunidad el “invicto” contra alguno de ellos? La mayoría de la gente opina que no, ni siquiera en su mejor momento.
Controversias: ocurrió lo mismo que en Rocky 3
Todos recordamos que en Rocky 3 (1982), su entrenador lo mantiene alejado del peligro, poniéndole enfrente solo “oponentes fáciles”, por lo que al enfrentarse con Clubber Lang (Mr. T), Rocky termina hecho pedazos. Muchos opinan que lo mismo ocurriría con Kahwagi si lo pusieran a pelear con quien le significara un reto serio.
Lo que ocurre es que la mayoría de los combates del boxeador con el “récord perfecto” han sido criticados por ser demasiado cortos, parecer “actuados” y, en general, por exigirle un “nivel profesional” muy bajo.
Vituperado y ridiculizado
Mucho se dijo en su momento sobre la apariencia de Kahwagi durante su enfrentamiento con Ramón Olivas en 2015, cuando sorprendió con tremendos implantes de pectorales, bíceps y hombros. En palabras de algunos de sus detractores, se puso un “cuerpo de botarga”.
El consenso general es que Kahwagi, como político, es un mediocre boxeador que ha explotado sus influencias, dinero y capital político para inflar artificialmente su propio ego… igual que hizo con su tórax y miembros superiores.
Rivalidad con Cibernético
Poco después de la criticada pelea con el brasileño Coelho en 2005, que marcaría la ausencia de 10 años de los cuadriláteros por parte de Kahwagi, el político se agarró a golpes con quien sería a partir de entonces su eterno rival y detractor: el luchador Cibernético.
Por allá del 2006, en el programa Permítame tantito, de Televisa, el luchador profesional estuvo tratando de “boxeador de cuarta” y “asco de deportista” al entonces coordinador de la bancada de diputados del Verde Ecologista. Lo que iba a ser una batalla “de vencidas” terminó en el sometimiento del “boxeador” por parte del aguerrido luchador, a quien sacaron del foro por rudo.
Actualidad: problemas de salud
La salud del boxeador invicto no ha sido muy buena en los últimos años. En 2019 se reportó que fue internado de gravedad en un hospital de la Ciudad de México, a sus 50 años, debido a varios problemas de salud que habían ido intensificándose con los años. En los últimos tiempos luce irreconocible comparándolo con sus “días de gloria”.
Actualmente, el político que quería ser leyenda del boxeo se encuentra cuidándose lo más que puede para evitar que su salud se deteriore. Por desgracia, la lucha contra la enfermedad no es una que se gane usando influencias o sobornos, así que ahora sí necesitará disciplina y buenos hábitos.