La mayor parte del día somos esclavos del tiempo, no nos pertenece, pero siempre estamos mirando el reloj para saber qué hora es y entonces poder realizar nuestras actividades. Pero eso se acabó… al menos en este paraíso de Noruega.
Los habitantes de la isla Sommar pasan gran parte de sus rutinas en oscuridad casi total o con un sol que brilla hasta media noche. En este lugar, ubicado al norte del Círculo Polar Ártico, no se rigen por las salidas y puestas de sol. Así que al parlamento noruego, el Storling, se le propuso la idea de eliminar los horarios.
La vida de los casi 300 noruegos de la isla transcurre sin que tengan que estar consultando el reloj. Comen cuando tienen hambre, duermen cuando tienen sueño y trabajan únicamente lo necesario. Para ellos el tiempo no es una atadura.
Kjell Ovel Hveding es uno de los principales promotores de la idea. Según él, en Sommar las cosas normalmente ocurren sin pensar en los horarios:
A mitad de la noche, eso a lo que la gente de la ciudad podría llamar dos de la mañana, puedes ver a niños jugando al futbol, a gente pintando sus casas o cortando el césped y adolescentes nadando. Nuestro objetivo es proporcionar la máxima flexibilidad, 24 horas al día y siete días a la semana. Si quieres cortar el césped a las cuatro de la madrugada, hazlo.
A causa de su posición en el globo terráqueo, en esta isla tienen 69 días enteros de pleno sol y el resto del año viven en la oscuridad. Kjell dice que eliminar el tiempo legalmente solo sería una forma de tener por escrito una costumbre que todos siguen.
La inciativa también propone que, así como en algunos lugares las personas dejan un candado u otro objeto en los puentes para simbolizar su visita, en Sommar los turistas dejarían colgados sus relojes en el puente que une a la isla con el municipio de Tromso.
La idea es que los turistas visitantes disfruten de un tiempo sin tiempo:
En todo el mundo las personas se caracterizan por el estrés y la depresión. En muchos casos esto puede estar relacionado con la sensación de no relajarse, y aquí el reloj juega un papel importante. Seremos una zona libre de tiempo donde todos puedan vivir sus vidas al máximo.
Pero aunque suene como una gran idea, hay quienes no están muy de acuerdo con la propuesta. La recepcionsta del Sommaroy Artic Hotel, Malin Nordheim, dice que sin horarios las cosas se pueden complicar, especialmente para los turistas:
Creo que es emocionante, pero también soy un poco escéptica. Será un desafío para los huéspedes en relación con la entrada y salida, horarios de apertura en el bar y restaurante.
Actualmente la propuesta se encuentra a votación y al final de cuentas será el parlamento noruego el que tome la decisión en favor o en contra. En Noruega le están dando tiempo al tiempo… en lo que deciden prohibirlo definitivamente.