Con tal de aumentar sus seguidores y los corazones en sus fotos de Instagram, hay quienes hacen de todo, incluso romper las leyes de este país que se ha vuelto un centro de atracción para los influencers.
Islandia es uno de los lugares más hermosos del planeta porque ofrece un sinnúmero de paisajes increíbles. Sin embargo, la belleza natural de este país atrajo a personas que no se preocupan por otra cosa más que obtener la fotografía perfecta para sus redes sociales.
En Instagram hay más de 100 millones de imágenes de Islandia, pero muchas de ellas son tomadas por influencers que ponen en peligro sus vidas y el delicado equilibrio natural de Islandia. Con tal de obtener una fotografía única y diferente, estas desconsideradas personas cruzan a zonas restringidas y hacen cosas que no están permitidas según las leyes de este país.
Hay influencers que van bebiendo mientras manejan, se sientan sobre glaciares, caminan sobre musgo y se acercan peligrosamente a géisers y acantilados. Hace poco uno de ellos, Alexander Tikhomirov, rentó una camioneta y salió a manejar en campo abierto, aunque las leyes de Islandia lo prohíben. Quedó atrapado en el barro y tuvieron que llamar a los servicios de emergencia para rescatarlo.
Según la fotógrafa Michalina Okreglicka, muchos turistas e influencers visitan Islandia solamente para tomar fotos para sus redes, pero desconocen lo que se se debe y no se debe hacer en el país. Solo se dejan llevar por lo que está de moda.
Un sitio magnífico que se puso de moda fue el cañón del sureste de la isla, Fjaðrárgljúfur, porque Justin Bieber filmó ahí uno de sus videos. Entonces miles de personas visitaron el lugar, dejando montones de basura y arriesgando sus vidas al tomar fotos cerca de los bordes del cañón.
Hartos de esta situación, las autoridades de Islandia ya tomaron cartas en el asunto. Quieren proteger su patrimonio natural y por eso han creado medidas que restringen la actividad de los influencers destructores.
Ahora, por culpa de esas irrespetuosas personas, todos los turistas tienen que firmar un documento en el aeropuerto para comprometerse a dejar los sitios turísticos tal como los encontraron y no cruzar a las zonas restringidas, como el cañon Fjaðrárgljúfur.
Hay fotógrafos y otros instagramers que sí se preocupan por el medio ambiente y cuidan los lugares en donde obtienen sus imágenes. Uno de ellos, Ben Simon Rehn, comenta que es lamentable que existan personas a quienes les pagan por subir fotos, pero que no comprenden las normas más simples para cuidar la naturaleza.
En otros lugares del mundo, como en China, suceden situaciones parecidas de influencers y aficionados a la fotografía que terminan arruinando la belleza natural de los lugares que visitan. Al menos en Islandia ya les pusieron un alto.