Caballeros, la vida está llena de extrañas y sorpresivas casualidades que de no ser porque están documentadas, no creeríamos que son reales. El día de hoy les hablaremos de algunas coincidencias históricas que son tan irreales que podrían ser el plot de una película de fantasía, pero no, en verdad sucedieron y les impresionarán.
1. El extraño caso de Laura Buxton
En 2001, una niña de 10 años llamada Laura Buxton soltó al aire un globo que llevaba una nota con su nombre y dirección con la esperanza de encontrar un amigo por correspondencia. Su globo viajó 225 kilómetros y fue encontrado por una niña de 10 años llamada Laura Buxton. No, no leíste mal, la persona que encontró la carta compartía el mismo nombre que la persona que lo envió, pero esa no era la única similitud entre ellas.
Las Lauras se hicieron amigas por correspondencia y descubrieron que ambas tenían una perrita labrador hembra de tres años, un conejo y un hámster. Incluso, el parecido físico entre ellas es sorprendente y ambas son grandes nadadoras. Sin duda, una coincidencia bastante interesante.
2. Jueza sentenció a su mejor amigo de la infancia
Reencontrarnos con nuestros amigos de la infancia es de esas cosas que siempre dan gusto. Sin embargo, a veces los reencuentros son inusuales e inesperados, como el de este sospechoso de robo que quedó avergonzado cuando se dio cuenta de que la jueza que presidía su caso era su compañera de juegos en la escuela.
Arthur Booth había sido arrestado por intento de robo y el día de su sentencia, la jueza Mindy Glazer le preguntó que si había estado en la escuela secundaria Nautilus. El hombre inmediatamente recordó a la mujer y comenzó a llorar avergonzado. La juez recalcó que Arthur solía ser un gran chico cuando eran niños, que lamentaba verlo en esta situación y esperaba que pronto pusiera su vida en orden.
3. ¿Busto egipcio o Michael Jackson?
Este busto egipcio de más de tres mil años pertenece al período del Imperio Nuevo, que existió entre 1550 a.C. y 1050 a.C., aproximadamente al mismo tiempo que los famosos egipcios Ramsés y el rey Tut. Lo impresionante de esta escultura es su innegable parecido al “Rey del Pop”, Michael Jackson. La estatua de piedra caliza tiene mejillas prominentes, ojos levemente rasgados, nariz delgada y sin punta que, en cierta forma, se parece a la de Jackson.
La popularidad del busto aumentó significativamente después de que Michael muriera, en 2009, por lo que el Field Museum lo colocó en una vitrina y prohibió al público acercarse demasiado.
4. El hombre que atraía a los rayos
Los rayos son un fenómeno bastante común y ser alcanzado por uno es, de hecho, una probabilidad muy baja pero no imposible. Ahora, que te caigan tres rayos en tu vida es porque la suerte no está de tu lado. Walter Summerford era un deportista que fue alcanzado por un rayo en cuatro ocasiones distintas; tres cuando estaba vivo y la última, en su tumba. ¿O qué me dicen de Roy Sullivan? El hombre que fue alcanzado por rayos en siete oportunidades distintas mientras trabajaba como guardaparques. El suertudo sobrevivió a todas ellas.
5. El bebé volador
En la década de 1930, Joseph Figlock se encontraba caminando por la calle cuando, de repente y sin que se diera cuenta, un bebé se cayó de una ventana alta y aterrizó sobre él. Ambos sobrevivieron al incidente. Sin embargo, un año después, Figlock iba caminando bajo la misma ventana cuando el mismo bebé le cayó encima una vez más y ambos sobrevivieron. Esta historia es de esas cosas difíciles de creer, pero lo más increíble es que ese niño tuviera padres tan negligentes.
6. Mesut Özil y su parecido a Enzo Ferrari
Si comparas a ambos personajes, uno al lado del otro, tal vez creas que se trata de un bisabuelo y su bisnieto, pero no, se trata del fundador de Ferrari y el futbolista Mesut Özil. Sin embargo, su parecido cobra un poderoso significado cuando escuchas el resto de la historia: Ferrari murió en 1988, mientras que Mesut nació ese mismo año. Sin duda, una extraña coincidencia.
7. Macabra coincidencia
Sonny Graham estaba al borde de una insuficiencia cardíaca congestiva cuando le trasplantaron el corazón de una víctima de suicidio. Sintiéndose agradecido por esta segunda oportunidad de vida, el hombre escribió cartas a la viuda del donante, se enamoraron y luego se casaron. Sin embargo, a los 69 años, Graham se suicidó y lo hizo de la misma manera que su donante: con un tiro en la garganta.
8. Dos hermanos con el mismo destino
Erskine y Neville Ebbin eran dos hermanos que se llevaban un año de edad. Ambos tenían 17 años cuando fallecieron tras chochar la misma motocicleta contra el mismo taxi, conducido por la misma persona que llevaba al mismo pasajero a bordo. ¿Qué posibilidades había de esto?
9. La importancia de las huellas dactilares
En 1903, cuando William West llegó a la prisión de Leavenworth, el secretario insistió en que él ya se encontraba en la prisión. ¿Cómo puede ser esto posible? Bueno, resulta que en la cárcel había otro hombre llamado William West que se parecía a él. Las similitudes físicas entre ambos eran asombrosas y hasta los propios Williams no podían creer lo que estaban viendo. Desde entonces, las huellas dactilares se utilizan para identificar a las personas de manera más precisa.
10. “Miss Inhundible”
En 1908, Violet Jessop comenzó a trabajar como camarera en grandes embarcaciones para ayudar a su familia a salir adelante. En 1910 formó parte del equipo del RMS Olympic, el mayor transatlántico civil del momento. Sin embargo, el crucero chocó contra un buque de guerra que casi lo hunde, pero nadie resultó herido. Años más tarde, en 1912, trabajó en el RMS Titanic, del que todos sabemos su trágica historia. Violet fue una de los 711 sobrevivientes de aquella colisión.
Tal vez creas que dos accidentes serían suficientes para mantener a esta mujer lejos del mar, pero no. En 1916 se encontraba trabajando como enfermera a bordo del HMHS Britannic, que se hundió en el Mar Egeo tras ser atacado por un torpedo o mina alemana. Sorprendentemente, Violet también sobrevivió a esa tragedia y desde entonces comenzaron a llamarla “Miss Inhundible”.