La perfección existe y no estamos hablando solamente de la carita toda preciosa de Scarlet Johansson. Hasta los objetos más simples y cotidianos logran provocarnos una gran paz interior cuando están bien acomodados.
Por lo general el mundo es un caos y no hay ningún orden en las cosas, así que cuando vemos objetos organizados y alineados tenemos una extraña sensación de calma y satisfacción. A tu perfeccionista interno le va a fascinar esta galería de imágenes simétricas: