Pareciera que te estamos jugando una broma, pero NO. Realmente Homero Simpson ha sido un modelo considerable al que expertos han volteado a ver con cierta admiración por sus capacidades emprendedoras.
El personaje amarillo, padre de la familia Simpson, se ha ganado una mala fama gracias a sus locuras y estupideces. Sin embargo se ha dicho que a pesar de eso, su personaje muestra valentía y las características del clásico hombre exitoso.
A pesar de sus muchísimos actos negligentes y su incompetencia, así como su nivel de inteligencia por debajo de cualquiera y hasta por qué no, mencionar su problema con el alcohol; Homero representa al hombre emprendedor, visionario, innovador y osado.
Fernando Montero y Rafael Galán en su libro “La empresa según Homero Simpson”, definen a este como:
“Es un hombre hecho a sí mismo que conjuga los ingredientes principales del triunfador”
Homero tiene buenas cualidades aún que no lo demuestre muy a menudo, y puede enseñarnos mucho más de lo que pensábamos. Y a continuación te mostramos las 8 razones que sustentan lo antes dicho:
1. Confía mucho en sí mismo
“Un emprendedor que no cree en sí mismo tiene un recorrido muy corto”, asegura Julio García, formador de profesionales en emprendimiento y habilidades sociales. “Siempre debe tratar de ser como una marca puesta en un escaparate, saber venderse y tener una seguridad total en lo que hace”, explica y añade: “Tal vez el exceso de autoconfianza lleve a Homero demasiado lejos, pero nadie puede negar que él es su principal valedor”.
Su inexplicable suerte le ha otorgado una ocupación que le permite mantener una vida cómoda, aunque el hecho de no haber luchado para llegar hasta donde está, hace que no sienta ningún amor por su ocupación. Por eso, en cuanto se le presenta la ocasión, despliega su autoconfianza y se embarca en cualquier otro negocio. Osadía llevada al extremo, sin duda, pero la valentía es uno de los valores más importantes de cualquier persona de negocios.
2. Es su mejor publicidad
Tal y como subraya Juan Luis Saldaña, MBA y profesor de marketing en Kühnel Escuela de Negocios, “en ocasiones, es más importante una buena idea que cualquier otro factor. Claro que el dinero ayuda, pero el ingenio puede abrir muchas puertas. Y Homero, sin duda, es increíblemente ingenioso”.
Aunque los consumidores no lo saben todavía, Homero tiene la certeza de que él es la solución a sus problemas. También piensa que la solución a cualquier problema de la vida está en la televisión, por eso no tiene problemas en inventar una canción pegadiza e invertir en marketing e imagen de marca para difundirla cuando compra una máquina quitanieves. ¿Inversión importante? Tal vez. Aunque la promoción de sus servicios es fundamental si quiere que sus clientes potenciales le conozcan.
3. Sabe lo que sus clientes necesitan
“A veces, la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñas”, considera Saldaña, y añade: “El éxito llega cuando encuentras un público para tus ideas, pero para eso hay que saber buscarlo. Y el audaz de Homero se atreve con todo, sin ningún temor”.
¿El gobierno de Springfield reimplanta la Ley Seca? Homero organiza una intrincada red de contrabando de cerveza.
¿El Estado autoriza el matrimonio homosexual? Homero se proclama reverendo y celebra bodas por un módico precio en su garaje. Y, lo mejor: ¿que todos esos negocios resultan ruinosos, potencialmente peligrosos o, incluso, acaban siendo perseguidos por la justicia? No hay problema, el señor Simpson no se deja amedrentar y antepone su ánimo por crecer a cualquier contratiempo.
4. Defiende sus ideas
“Defender tus ideas patentándolas es un paso clave si de verdad te encuentras ante un ingenio revolucionario”, explica Saldaña. “La serie nos ha contado cómo Homero ha alumbrado ideas geniales y está bien que, tras el desencanto de Flameado, haya aprendido a cuidarlas, aunque eso le lleve a estar a punto de destrozar el Museo de Edison”.
Tratando de aturdir su cerebro con alcohol para sobrevivir a una tediosa noche familiar, Homero idea un cóctel llamado a revolucionar el panorama hostelero mundial: el resultado de una mezcla flameada de varios tipos de alcohol y jarabe infantil para la tos. Otro empresario sin escrúpulos, el tabernero local Moe Szyslak, plagia una idea logrando beneficios. Pero Homero defiende su combinado de la única forma que puede: haciendo pública su receta y reventando el negocio. Para eso la idea era suya. Y eso le lleva a aprender otra lección, que incorpora a su listado de normas para triunfar.
5. Sus errores no le frenan
Tras el desencanto con el robo de la receta de su Flameado, Homero jamás volverá a dejar escapar una idea millonaria. Ese suceso le ha servido de lección y, como afirma Julio García Gómez, “esa resiliencia, la capacidad que tiene el emprendedor de caer y levantarse, es fundamental para triunfar. Un error siempre tendrá aparejada una enseñanza positiva, y ese bagaje de fallos será crucial para diseñar el mejor producto y para alcanzar la mayor y más ambiciosa de las metas”.
Por eso, mantiene una encarnizada lucha con los quiroprácticos de Springfield, tras idear la herramienta definitiva para sanar los dolores de espalda, su “Milagroso Cilindro Medular del Doctor Homero”. El temor a ver alterado su negocio, lleva a la comunidad de profesionales a destrozar el ingenio, por lo que Homero no puede llegar a patentarlo. No obstante, jamás sabremos si hubiera podido o no hacerlo porque, a pesar de garantizar una recuperación casi instantánea, el milagroso cilindro no era más que un cubo de basura abollado.
6. Nunca para de innovar
La revista sobre felicidad en el trabajo Ebocame ha dedicado muchas líneas a hablar de la innovación. Manuel Torres, su director comercial, afirma: “La innovación puede ser la punta de lanza de la empresa y la que abra las puertas al crecimiento. Por eso hay que fijarse en Homero, él innova con pasmosa facilidad”.
Ya sea con un cubo o jugando con compuestos radioactivos para crear una nueva cepa de tomates. Homero Simpson se ve obligado a huir precipitadamente de su casa y se instala junto a su familia en la vieja granja en la que nació Dispuesto a convertirse en un terrateniente, y ante la desesperación por no ver germinar la mezcla de semillas que ha plantado con la rapidez que su empuje emprendedor exige, decide adulterar el terreno con plutonio enriquecido.
Un nuevo éxito: del carácter innovador del acto resulta un producto revolucionario, el Tomacco, una mezcla de tomate y tabaco que puede venderse también a menores. La empresa de cigarrillos Laramie muestra interés por la patente y hace una oferta más que sustanciosa a su creador, aunque Homero pierde una nueva oportunidad de hacerse rico por su excesiva ambición: pretende “sangrar” a la compañía tabacalera exigiéndole una cifra que supera los mil millones de dólares.
7. Se apoya en la tecnología
Gabriel Moral, account manager de la empresa de diseño y estrategia web Relevant.Ninja, lo avala: “La tecnología permite sondear mercados con una inversión mínima y atacarlos con tiros más certeros. Ayuda a saber dónde meterse y, sobre todo, dónde no hacerlo”. El ánimo emprendedor de Homero le lleva a intentar usar esta herramienta para triunfar… aunque antes tal vez necesite unas cuantas clases para saber algo más sobre el tema.
Una herramienta fundamental para triunfar. Homero lo sabe y decide fundar una compañía de servicios informáticos, Compuglobalhipermeganet. Y sí, no tiene claro a qué quiere dedicarse y no cuenta con nociones básicas sobre Internet, pero su ambición contagiosa y su espíritu emprendedor llega a suscitar nerviosismo en la compañía del mismísimo Bill Gates.
8. Jamás se desanima
Además del Tomacco, del Flameado y de Compuglobalhipermeganet, Homero ha dedicado tiempo e ilusión a otros cientos de trabajos. Ha comerciado con azúcar y con grasa animal, ha trabajado como crítico gastronómico, ha regentado una guardería, ha conducido ambulancias, camiones, furgonetas de helados; ha sido inventor, artista conceptual y de performance, paparazzi, representante de talentos y concejal de Sanidad.
Homero no se acobarda ante nada, porque sabe que siempre podrá volver a su puesto en el sector 7-G de la Central Nuclear. “Él siempre mira hacia delante, siempre tiene en la mente el objetivo de convertirse en un triunfador, y esa es la mayor fuente de fortaleza que existe”, explica el formador Julio García Gómez. Por eso, y porque es ambicioso, osado y valiente. Los tres requisitos que todo buen emprendedor debe saber conjugar. Así que Homer es una muestra clara de lo que no hay que hacer, pero, ¿no es también cierto que puede considerarse un modelo a imitar?
De ahora en adelante, si vas a emprender un negocio, pensarás en el ejemplo que brinda Homero como un gran emprendedor, solamente que deberás omitir las barbaridades que éste siempre comete.