Si tu madre ha insistido en que ver la televisión no te servirá de nada, espera a leer esta historia, pues un hombre pudo salir de prisión debido a un episodio de Cazadores de mitos. Tras estar 35 años encerrado, un programa en la tele sentó las bases para que pudiera recuperar su libertad.
John Galvan tenía 18 años cuando fue arrestado. En septiembre de 1986, un edificio de apartamentos de dos pisos al sudoeste de Chicago se incendió, dejando sin vida a los hermanos Guadalupe y Julio Martínez. Sus hermanos Blanca y Jorge lograron salir del fuego y llamaron a la policía para señalar al posible culpable.
Guadalupe y Julio dijeron a las autoridades que creían que la culpable era su vecina, quien había amenazado con quemar el edificio como venganza por el asesinato de su hijo a manos de la pandilla Latin Kings, a la que Jorge pudo haber pertenecido.
Cuando la policía interrogó a la señora, ella negó haber causado el incendio, pero levantó sospechas contra John. Otros vecinos también dijeron que John, su hermano y el hermano de Arthur Almendarez (vecino del primero) habían estado involucrados en el fuego.
A pesar de que John había pasado la noche en casa de su abuela y que no había evidencia que lo incriminara, la policía lo arrestó, así como a los otros sospechosos. El detective Victor Switski lo interrogó y tras horas de presiones contra el joven, violencia y tácticas engañosas, John terminó por acceder a dar una confesión inventada por los detectives.
John y los otros supuestos implicados fueron declarados culpables y sentenciados a cadena perpetua sin libertad condicional. Su declaración decía que habían arrojado una botella llena de gasolina al edificio y luego arrojaron un cigarrillo, provocando que el combustible prendiera fuego e iniciara el incendio.
Con el paso de los años, cuando John había pasado más de 21 años tras la rejas, vio en un episodio de Cazadores de mitos la pista que los llevaría a su libertad. En 2007, el programa de Discovery presentó a Jamie Hyneman y Adam Savage intentado reproducir escenas famosas del cine, como romper una puerta con cuatro cerraduras, hundir un barco como en Titanic o crear incendios con un cigarrillo.
Los cazadores de mitos intentaron prender un charco de gasolina con un cigarrillo, pero sus intentos fueron en vano y determinaron que era muy poco probable que se pudiera provocar un incendio de esa manera. Ahí estaba la clave, aunque un programa de televisión no sacaría, por sí mismo, a un prisionero de la cárcel.
Recuerdo que estaba emocionado, estaba extremadamente feliz porque eso se sumaba a las otras cosas que se estaban juntando en ese momento. Sentí que finalmente todo esto estaba empezando a salir a la luz.
—John Galvan para ‘Innocence Project‘
Con ayuda de su abogada Tara Thompson, investigaron más a fondo y en 2007 llegaron a la Afina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, en donde los expertos realizaron más de 2000 intentos para encender la gasolina con un cigarrillo bajo diversas condiciones y todos fallaron.
A pesar de lo que se ve en las películas de acción, dejar caer un cigarrillo encendido sobre un rastro de gasolina no lo encenderá, suponiendo niveles normales de oxígeno y sin circunstancias inusuales.
—Richard Tontarski
No fue hasta 2017 que John pudo tener un audiencia probatoria, en donde su abogado se respaldó de testigos de coartada, así como de personas que dijeron que los oficiales los habían obligado a confesar. Así, demostraron que la confesión de John era científicamente imposible. Aunque el fiscal buscaba más indicios de una posibilidad, recibió las evidencias.
Finalmente en 2019, el tribunal de apelaciones otorgó a John una cesión de su condena por motivos de inocencia real. Después de varios juicios y desestimaciones, el 21 de julio de 2022 se anularon formalmente las condenas de John y Arthur Almendarez. Ahora se enfrentan a un mundo que ha cambiado fuera de sus ojos, a pasos agigantados en la tecnología y lejos de la prisión. Sin embargo, John Galvan ha encontrado un equilibrio en su vida y ha vuelto a pintar y dibujar.
Familia reunida
