Dormir es necesario para desarrollar satisfactoriamente nuestras actividades diarias, pues durante el sueño se llevan a cabo varias funciones fisiológicas necesarias para la vida. En términos generales, es una especie de reset biológico que mantiene a punto nuestro organismo, sobre todo en lo referente a las funciones neuronales. Sin embargo, todo exceso es malo.
Purkharam, un comerciante rajastaní de 42 años, ha pasado la mayor parte de su vida adulta dominado por un exótico mal que lo obliga a dormir constantemente: una hipersomnia provocada por anormalidades en su sistema neuroendocrino. Debido a esto, permanece dormido de 20 a 25 días seguidos cada mes, o sea, 300 días al año.
Un extraño mal
El comerciante originario de Bhadwa, Rajastán, en la India, es aquejado por una afectación extrema del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA), que controla un gran abanico de procesos, como los relacionados con la digestión, el sistema inmunológico, el humor, las emociones, la sexualidad, así como el consumo y almacenamiento de energía.
En condiciones ideales, el eje HPA cumple con un papel preeminente en los procesos del sueño, secretando la proteína TNF-alfa, que controla no solamente el metabolismo, sino también los ciclos de sueño. Sin dicho control, el desarrollo normal del ritmo saludable de los procesos biológicos es imposible.
El inicio de su condición
La primera vez que Purkharam fue consciente de la gravedad de su condición ocurrió hace cerca de 23 años, cuando despertó solo para hallar una pila de periódicos afuera de su tienda, que se habían ido acumulado durante su prolongada siesta, que duró cerca de una semana. En esa época, y por algún tiempo, “tan solo” tuvo que dormir diariamente durante 15 horas seguidas.
Lichmi Devi, la esposa de Purkharam, relata que al principio solamente dormía entre cinco y siete días seguidos, pero con el tiempo, los periodos de sueño se fueron alargando, agudizándose desde 2015 y llegando a los niveles actuales en que apenas puede mantener vigilia por unos cinco días al mes.
Mal y se pone peor
La familia de Purkharam, preocupada por el bienestar del entonces joven, se apresuró a llevarlo al doctor para averiguar si existía algún modo de curarlo. Sin embargo, la respuesta fue desalentadora, pues no existe forma de curar definitivamente a Purkharam de la condición, pero es posible combatirla.
Desde entonces, el tendero toma tratamiento, consistente principalmente en antidepresivos, para tratar este mal que ha afectado su bienestar y su estilo de vida, pero con los años, la enfermedad no ha hecho más que empeorar e incluso mientras está despierto, se siente sin energía, tiene dolores de cabeza y está cansado, al grado de que puede caer dormido incluso en medio del trabajo.
Peso sobre su familia
Su familia tiene que encargarse de que las necesidades de Purkharam se satisfagan a pesar de encontrarse dormido prácticamente todo el tiempo. Así, su familia lo baña, viste y alimenta mientras él duerme, pero de entre todas las tareas que involucran su cuidado, la más onerosa es despertarlo nuevamente.
Tanto su esposa como su madre, Kanvari, no abandonan la esperanza de que en un futuro cercano, Purkharam pueda recuperarse de su enfermedad para volver a llevar una vida normal, como antes. Ambas están convencidas de que solo es cuestión de tiempo.