Si se trata de comida, los mexicanos nos pintamos solos. En las mesas “mexas” hay una amplia variedad de platillos típicos y uno que otro modificado al paladar azteca. Pero las reinas de la gastronomía en el país son las garnachas, aquellos platillos callejeros fritos en puro amor.
Tacos, tlacoyos, tlayudas y tamales, pura “vitamina T” para tener la barriga llena y el corazón contento. Por otra parte, la innovación en la cocina ha llevado a los chefs urbanos a explorar nuevos territorios de la comida y hacer combinaciones experimentales. En las calles capitalinas son populares las tortas de chilaquil, de tamal y toda comida que quepa en un bolillo.
Sin embargo, una familia garnachera de la alcaldía de Azcapotzalco, de la Ciudad de México, creó la gordimuerta, una fritanga única en su estilo, pues combina la ricura de una gordita con la forma del pan de muerto. Antes de que se alebresten porque con el pan nadie se mete y menos con el pan de muerto, déjenme explicarles de qué se trata.
Para no quedar como gringa engañada pensando que el pan de muerto tiene cenizas de muerto, hay que hacer una aclaración. Este grasoso platillo no se sirve en un pan de muerto, sino que es una masa para gorditas que se decora con los tradicionales huesitos, como en el pan. Pero dentro de su cuerpo frito guardan el verdadero manjar: el chicharrón prensado.
Los responsables de este invento son la familia Martínez Romero, quienes atienden su changarro, El Rinconcito Mexicano, que administran desde inicios de 2019, pero debido a la pandemia por covid-19, tuvieron que ponerse creativos y sacar nuevos atractivos para seguir llamando a los clientes.
Este es el tercer año en el que las gordimuertas se presentan al mercado y aunque están disponibles desde septiembre, es un poco complicado hacerse de una comida con este platillo, pues el local no se da abasto con los numerosos clientes que los visitan. Por ello, de momento, no presentan entregas a domicilio y no aceptan pedidos por adelantado.
Tan solo para cumplir las necesidades górdicas de los comensales, El Rinconcito requiere hacer en promedio 10 kilos para poner el relleno a “las muertas”. Estas garnachas son conocidas en toda la ciudad y la familia Martínez recibe visitas de personas que vienen desde un extremo de la CDMX solo para comer su gordimuerta.
Ya dándose la vuelta por su local en Malvón y Juan Sarabia, de la colonia Nueva Santa María, se pueden dar el tiempo de probar otras garnachas como flautas, quesadillas y pambazos, con diversos guisados para escoger, pero sobre advertencia que las gordimuertas son las de alta demanda.