Primero el canguro, luego el oso, y ahora un puma. En lo que parece estarse convirtiendo en la norma, un hombre peleó a puño limpio con un puma para defender a su perro. Le dio un puñetazo en la nariz para salvarlo.
William Gibb, un residente de Red Deer en Alberta, Canadá, estaba de camino a Grande Prairie por un contrato de trabajo, cuando decidió parar a tomar café junto con su hermano. Pero al dejar a su perro afuera, lo atacó un puma.
“Dejé mi perro rápidamente afuera para ir al baño y en menos de 30 segundos empezó a llorar”, dijo Gibb, de 31 años, a los medios locales. “Así que regresé y encontré a mi perro envuelto en un animal que no alcanzaba a identificar”.
“Me acerqué y golpeé al animal en la cabeza, resultó ser un puma y pensé: ‘¿qué diablos?'”
“La recogí (a la perra) con mi izquierda, y golpeé al felino con mi derecha. Traté de mantenerlo alejado. Tengo un pequeño rasguño en la muñeca pero no me hizo nada más”.
Gibb asegura que sus gritos y patadas mantuvieron a distancia al puma hasta que su hermano lo llamó para buscar a Sacha. La perra había corrido a refugiarse a una iglesia. Tan pronto como llegaron al veterinario, notificaron a las autoridades.
Sasha sufrió dos heridas grandes en el pecho, cuatro heridas punzantes en el cuello y algunas otras cortadas. Gibb dijo que su mascota de 5 años de edad y de 36 kilos tendrá una recuperación favorable.
“Ella es dura, ha estado muy quiera recuperándose. En unos días estará como si nada”, dijo.
Las autoridades atraparon al puma y llamaron a la gente a no enfrentarse directamente a puños con animales como este.
“No es recomendable golpear a un puma en la cara con los puños, pero la gente actúa en base a sus emociones cuando sus animales o sus seres queridos están involucrados”, dijo un sargento.