Hay quienes están imposibilitados para ganarse el pan con una chamba remunerada, pero también existen aquellos que podrían trabajar para ganarse el sustento y, aun así, decidieron irse por el “camino fácil” de estirar la mano y esperar a que el dinero llegue. Es un negocio redondo con el cien por ciento de ganancias.
El pasado 18 de mayo de 2023 se grabó cómo un par de pillos hacían los preparativos necesarios para engañar a la gente y conseguir que les donaran dinero por una supuesta incapacidad que fingirían usando una silla de ruedas. Afortunadamente, toda la inmoral maniobra fue captada en cámara y compartida por la cuenta de TikTok @pueblamillenial como servicio social para alertar a la gente sobre la acción de estos individuos.
El video que los puso en evidencia: casi parece tutorial de “Cómo estafar”
https://www.youtube.com/watch?v=XqYozoPydlY
Los estafadores fueron exhibidos en video por una vecina que captó estas imágenes en Cholula, Puebla, México. En el video se puede ver que el hombre, por sus propios medios, se subió sin ninguna dificultad ni necesidad de ayuda a la silla de ruedas, donde su compañera le tapó las piernas y luego le dio un cartel amarillo fosforescente donde se explicaba la supuesta discapacidad del pillo.
De no haber sido por el modo en que se cercioraban de que nadie los estaba viendo y por la ausencia de cámaras que grabaran el procedimiento, bien podríamos haber pensado que filmaban un documental o un paso a paso de cómo fingir una discapacidad para pedir dinero en la calle. Sobra decir que el despliegue descarado de deshonestidad indignó a más de uno.
Un negocio redondo: Cien por ciento de utilidades
‘Vaya, y yo yendo a trabajar todos los días durante ocho horas’; ‘Realmente cosas así nos quitan los deseos de ayudar a los necesitados’; ‘De haber sabido, es un excelente modelo de negocios’; ‘No hay que ser confiados’; ‘Son crimen organizado, me ha tocado ver gente de pedigüeña y luego pasan mafiosos por la cuota’; ‘Encima ponen su carita de tristes para dar lástima y que le suelten dinero’; ‘Engañaran a la gente, pero no a Dios, que les dará su merecido’; ‘Yo realmente necesito ayuda por problemas de salud, pero esta gente se aprovecha para no trabajar’.
En Puebla y en otras partes de México hay giros de negocios cuestionables, como el de estos pordioseros, franeleros y otros estafadores y extorsionadores, que afean el paisaje urbano y nos hacen perder la fe en la humanidad y en su decencia. Sin embargo, hay razones para que ellos hagan eso y se trata, naturalmente, del dinero, que fluye con bastante facilidad hacia estos delincuentes cuando son buenos para abusar de la confianza del público.
¿La Corte de los Milagros, capítulo México?
Es evidente que ese modo de ganarse la vida engañando para dar lástima no es algo nuevo y para muestra un botón: allá por el siglo XVII en París, Francia, la Corte de los Milagros fue una organización extraoficial e ilegal de mendicantes, estafadores, ladrones, prestidigitadores, saltimbanquis y demás criminales o disidentes que eran incómodos o dañinos al gobierno y a la ciudadanía. Se llamaban así porque cuando no estaban trabajando, podías encontrar a los “cojos” que te pidieron dinero caminando o a los ciegos que pedían una moneda en la calle dándose un taco de ojo.
Aunque nos sorprenda e indigne la actitud inmoral de las personas que buscan aprovecharse de las buenas intenciones de la gente para no trabajar, hay que aceptar que ese tipo de actitudes nefastas son parte de nuestro mundo y aunque no podamos saber siempre quién realmente necesita ayuda o no, eso no es razón para desconfiar del mundo, pues debemos tratar de ayudar tanto como se pueda sin olvidar que existen vivales como estos.