Por todas partes vemos gran variedad de productos, ya sean tecnológicos o de higiene. Estos últimos prometen cuidar tu piel, cabello, eliminar gérmenes, mal olor, entre otras cosas. Además de usarlos, los expertos recomiendan que debemos tomar una ducha diaria, ya que esta trae grandes beneficios. Sin embargo, James Hamblin ha sorprendido al mundo al asegurar que todo esto no es cierto y que lo recomendable es no bañarse, como él lo hace.
No creas que este joven es un loco que simplemente no quiere bañarse, sino que es profesor en la Escuela de Salud Pública de Yale, así como especialista en medicina preventiva. En 2015 empezó a investigar sobre los efectos del baño y a estudiar a personas que no tomaban una ducha muy seguido, así que decidió que lo mejor era probarlo en su propia piel, literalmente y desde entonces no se ha duchado.
Con el tiempo, tu cuerpo se acostumbra cada vez más para que no huela tan mal si no usas desodorante y jabón. Tu piel no se vuelve tan grasienta cuando dejas de usar jabones fuertes. Muchas personas usan champú para eliminar los aceites del cabello y después se aplican un acondicionador para colocar aceites sintéticos. Si logras romper ese círculo, tu cabello terminará viéndose de la manera que era cuando empezaste a usar esos productos.
-James Hamblin
“Lo principal es entender que lleva tiempo, no sucede de la noche a la mañana, no es inmediato. Hubo momentos en los que me quería duchar porque lo extrañaba, olía mal y sentía que tenía grasa. Pero eso empezó a pasarme cada vez menos. A medida que usaba menos, empecé a necesitar menos. Cuando te duchas agresivamente, destruyes los ecosistemas (en tu cuerpo). Se repueblan rápidamente, pero las especies quedan desequilibradas y tienden a favorecer los tipos de microbios que producen olor.
Cuando dejas de ducharte, hay un momento en el que tu ecosistema llega a un estado estable y dejas de oler mal. No hueles como agua de rosas. Simplemente hueles como una persona. Tengo un olor propio y a mi mujer le gusta. Para otras personas no está mal. En la actualidad esperamos que la gente no huela a nada o que huela a perfume, colonia, gel de baño o de lo contrario significa que huelen mal. Si hay algún olor humano detectable, es negativo”.
“Me enjuago cuando lo necesito o cuando lo deseo, sólo con agua, rápido, especialmente cuando tengo el cabello como si me hubiese acabado de despertar o si visiblemente tengo algo sucio. Pero puedes exfoliar, puedes eliminar los aceites simplemente frotando con las manos y peinando tu cabello ocasionalmente. Y eso es todo. La ducha diaria es un concepto muy moderno porque antes no solíamos tener agua corriente. La mayoría de la gente no tuvo acceso a esta hasta los últimos cien años.
Era algo que quizás la realeza podía hacer, los reyes y las reinas, pero que la gente sólo podía hacer ocasionalmente. Quizás se metían en un río o en un lago, pero no era algo que necesitáramos hacer todos los días. Además, no teníamos la capacidad de producir en masa, por lo que mucha gente usaba jabones caseros y tampoco los utilizaban todos los días porque eran muy duros para la piel. Es algo muy moderno. Diría que la ducha es una preferencia, pero no una necesidad médica”.
Además de lo estético y lo social que conlleva este tema, James asegura que tampoco es benéfico para la salud, ya que así como es necesario que existan microbios en el sistema digestivo, también lo es para la piel porque cada vez que te bañas estás eliminando las colonias de microbios que se van formando y eso no necesariamente es algo bueno. Sin duda que en estos tiempos lo que propone suena como una locura, pero si lo piensas tiene mucho sentido, ¿o qué opinas?