La última vez que se vio una tortuga fernandina de las Islas Galápagos fue en 1906, es decir, hace 115 años. Por eso la comunidad de biólogos y expertos naturalistas la clasificaron como una especie desaparecida, hasta ahora…
Un grupo de científicos del Parque Nacional Galápagos y Galapagos Conservacy hicieron una expedición en el volcán de la isla Fernandina y encontraron rastros de vida de esta especie de reptil. Al seguir las pistas de huellas y excrementos, encontraron esta tortuga hembra de la especie Chelonoidis phantasticus, que se creía extinta.
Aunque esta tortuga de gran tamaño, caparazón oscuro y nariz rosada fue descubierta hace tres años, los científicos no estaban seguros que perteneciera a la especie que supuestamente había desaparecido, así que enviaron una muestra sanguínea a la Universidad de Yale en espera de una confirmación.
Finalmente, las pruebas científicas corroboraron que esta tortuga pertenece a esa especie y en honor al lugar de su descubrimiento, la llamaron Fern.
Los exploradores se entusiasmaron mucho con este descubrimiento y tienen indicios de que podría haber otras tortugas como Fern en la isla. Ahora están planeando nuevos viajes a ese lugar con la esperanza de que también haya un macho que le haga compañía a esta tortuga redescubierta y, con suerte, la especie podría salvarse.
Uno de los mayores misterios de Galápagos ha sido la tortuga gigante de la isla Fernandina. El redescubrimiento de esta especie perdida pudo haber ocurrido justo a tiempo para salvarla. Ahora necesitamos con urgencia completar la búsqueda de la isla para encontrar otras tortugas.
– James Gibbs, vicepresidente de ciencia y conservación de Galapagos Conservancy
Estas tortugas son una parte importante para el equilibrio del ecosistema en las islas, pues al comer y defecar en los alrededores esparcen semillas y con el peso de sus cuerpos aplanan los caminos por donde pueden transitar otras especies.
En 1971 sucedió algo similar cuando fue descubierta una tortuga macho de la especie Chelonoidis abingdonii, que también se consideraba extinta. La tortuga fue llamada Solitario George, pero aunque se intentó encontrarle una pareja, desgraciadamente, este reptil con caparazón en forma de silla de montar murió en cautiverio en el 2012 y su especie fue declarada extinta… de nuevo.
La tortuga Fern está siendo cuidada en un centro de conservación de vida silvestre, y si los expertos logran descubrirle un compañero, ambos serán trasladados a un centro especializado de cría en Santa Cruz, una isla del Parque Nacional Galápagos en Ecuador.