Este fósil de hace 99 millones de años se “quedó con las ganas”, lo encontraron atrapado en un trozo de ámbar con una increíble erección.
Las desgracias en el romance no son nada nuevas y esto lo confirma un espécimen de opilión que fue recientemente descubierto en un pedazo de ámbar y que llamó la atención de los investigadores porque al parecer murió en un estado de gran excitación y su miembro quedó al descubierto en plena erección.
Encontrado en Birmania, un macho Halitherses Grimaldii estaba en plena madurez de su desarrollo y su “paquete” medía nada menos que un quinto del tamaño de su cuerpo cuando estaba erecto. Este ancestro arácnido abrió una nueva línea de investigación acerca del árbol genealógico de la evolución de los murgaños (arácnidos también conocidos como opiliones).
Y es que poder establecer una línea de evolución de algunos insectos es bastante difícil según el experto Jason Dunlop, quien ha dicho que el estudio de los fósiles de opiliones puede arrojar un poco de luz en ese embrollo de investigación, sobre todo el análisis de sus miembros.
Fue por eso que encontrar a este fósil resultó un gran descubrimiento pues será más sencillo poder estudiar su miembro por estar en plena excitación y por el colosal tamaño que tiene.
Hay dos hipótesis sobre cómo fue que este arácnido terminó atrapado con semejante erección. La primera dice que este murgaño estaba quedando atrapado en la resina de un árbol y que el esfuerzo aumentó su presión sanguínea al punto de provocarle estar bien “firme”.
La otra hipótesis dice que quizá este opilión estaba en medio de una sesión romántica y fue cuando la resina lo atrapó ¿imaginan estar en medio de los dulces placeres del sexo y quedar de pronto congelado con su mejor amigo descubierto y excitado?
Ojalá que haya sido el mejor sexo de su vida, porque sí lo fue de su muerte.