Los retos virales de internet deben ser tomados con escepticismo y jamás deben aceptarse sin saber qué riesgos o consecuencias conllevan. Tal es el caso del chroming, un reto que fue viral y que desembocó en la muerte de una niña de apenas 13 años.
El pasado 31 de marzo, Esra Haynes, oriunda de Victoria, Australia, inhaló sustancias químicas como parte del reto de chroming durante una pijamada. La muerte prematura de la chica ha llamado la atención de las autoridades y el único consuelo de sus seres queridos es que su partida sirva como advertencia para otros jóvenes que contemplen participar en este y otros retos potencialmente fatales.
Un día como cualquier otro se volvió el peor día de sus vidas
Es increíble. Se trataba solamente de una cosa de todos los días, una ocurrencia rutinaria: Nuestra pequeña estaba de visita con sus amigas, pasándola bien o al menos eso pensábamos porque sabíamos dónde estaba y con quiénes. Cuando llegó la noche y recibimos la terrible llamada que ningún padre debería recibir, nos dijeron ‘Vengan por su hija’… nuestra chiquita había sufrido un paro cardíaco y estaba conectada a una máquina para sobrevivir.
– Paul y Andrea Haynes
Según lo que traspiró durante la investigación, mientras Esra y sus amigas tenían una pijamada en la casa de una de ellas, la niña inhaló los químicos mortales, como parte de un castigo derivado de un juego entre las muchachas. Las sustancias desencadenaron rápidamente un paro cardíaco que sus amigas interpretaron erróneamente como “un susto”. Ya a las quinientas, las chicas vieron que algo iba mal y, eventualmente, se llevaron a la víctima de envenenamiento al hospital.
El chroming y sus consecuencias: Todo estaba perdido
Esra nunca hubiera hecho esto de conocer las consecuencias, pero esta oleada de retos virales que exponen a las niñas a situaciones peligrosas y hasta mortales son completamente devastadoras: No tenemos a nuestra niña para llevarla a casa.
– Andrea Haynes, madre de Esra
Cuando Paul y Andrea Haynes, los padres de Esra, llegaron a ver qué había pasado, se enteraron de todo: su hija había participado en un reto en el que se expuso a químicos dañinos provenientes de latas de productos nocivos para la salud, reto que es conocido como chroming debido a que, inicialmente, se hacía empleando pinturas a base de cromo para inducir mareo, alucinaciones, pérdida de coordinación muscular, estupor y pérdida de las funciones neurológicas.
En Australia ya habían ocurrido casos trágicos relacionados con el reto. En 2019, un adolescente de New South Wales falleció luego de inhalar un aerosol, mientras que una muchachita de Queensland sufrió daños cerebrales irreversibles en 2021 por un incidente similar y en 2022, un chavo de 16 años falleció por inhalar directamente desodorante.
A pesar de que los padres de la niña permanecieron con ella en todo momento, luego de estar ocho días conectada a máquinas de soporte vital para mantenerla viva y esperar a que se recuperara, estudios revelaron daños cerebrales irreversibles (muerte cerebral), por lo que tuvieron que tomar la imposible decisión de desconectarla.
Encontrando un nuevo propósito para una vida segada
Paul y Andrea Haynes ahora comparten la historia trágica de su hija, su potencial desperdiciado y su dolor, con la esperanza de que sirva de alerta a los padres y a los chicos que están expuestos al peligro de los retos virales como el chroming, que ponen en peligro sus vidas por aceptación de sus amigos o redes sociales. El chroming existe en redes sociales desde 2009, pero últimamente ha ido ganando impulso y la letal “ruleta rusa química” está relacionada con 164 muertes en Australia entre 2000 y 2021, siendo en unos 55 de esos casos víctimas adolescentes.