Eddie Davenport es modelo y actor de 35 años, ha participado en bastantes películas de acción siendo el doble de Hugh Jackman en películas de los X-Men o Real Steel. Todo su trabajo se lo debe a su condición física y a su tenacidad para entrenar su cuerpo y moldearlo en la forma de un verdadero superhéroe.
Sin embargo, no siempre fue así, pues el cuerpo que ahora le da trabajo y la oportunidad de vivir sus sueños, antes le causaba problemas y sufría las burlas de sus compañeros por ser el chico gordo de la clase.
Davenport creció en Tarpon Springs. Es hijo de madre soltera, quien tenía que trabajar tres turnos para poder poner la comida sobre la mesa, muchas veces con lo más barato que encontrara en el supermercado o en las calles, usualmente comida frita y chatarra.
A Eddie no le importaba en absoluto su peso, incluso considera que creció feliz jugando beisbol y viendo películas. Sin embargo, cuando entró en preparatoria, su complexión física se convirtió en un problema, pues sus compañeros lo molestaban y las chicas no querían salir con un gordo.
Ahora tiene 35 años, un trabajo que le gusta y un físico con el que se siente cómodo. El cambio se dio cuando entró a la universidad, cuando decidió hacer algo de provecho. Su hermana fue un eje en la transformación, pues un día hablando, ella le preguntó qué le gustaría hacer con su tiempo, a lo que Eddie contestó: “Ya no quiero ser gordo”.
Su hermana le prestó un libro llamado Body for life, e inspirado llegó a la conclusión de que, si quería ver cambios drásticos, tenía que tomar medidas radicales.
“Recuerdo que me emocioné porque ahora tenía la prueba de que podía hacerlo”.
El libro tenía programas de ejercicio y dietas, así que él y su hermana pusieron manos a la obra y decidieron seguir el programa como su biblia para bajar de peso juntos. Davenport empezó a trabajar en el cambio más grande de toda su vida, pero el trabajo no iba a ser fácil. Tener que cambiar la pizza, el pollo frito y la comida chatarra por comida saludable, fue el primer problema:
“Me tuve que enseñar a cocinar. Algunos de los cortes de carne que me preparaba eran realmente asquerosos. No sabía qué era lo que estaba haciendo. Al principio todo fue prueba y error”.
Tardó tiempo en acostumbrar a su cuerpo al ejercicio y a la comida saludable, pero los resultados fueron sorprendentes: en tan sólo cuatro meses pasó de 104 kg a pesar 80. Perdió alrededor de 20 kilogramos de grasa, para después sustituir las llantas con músculos de acero.
Sin embargo, apenas estaba a la mitad del camino: ahora su meta era trabajar en el cine. Se mudó a California pensando en ser actor de películas de acción, pero en los casting, tras mostrar su cuerpo, era descartado siempre por la misma causa: era muy delgado.
Después de uno de estos casting fallidos, regresó a casa y tomó un número de Men’s Health con Ryan Reynolds en la portada y pensó que quería tener ese cuerpo, así que abrió la revista y encontró su próxima rutina de ejercicio:
“Vi lo que Ryan comía y los ejercicios que hacía, así que intenté seguirlos. En ese número de la revista él decía que hacía ejercicio de abdominales primero, porque los hacía para meditar. Empecé a hacer eso antes de hacer ejercicio”.
Daveport tenía un objetivo físico en meta, y se ocuparía de hacer todo lo necesario para sumar músculos, sin importar los cambios que tuviera que hacer: entrenó su cuerpo y cambió su alimentación para poder lograrlo, esperando la llamada de alguno de los casting en donde se presentaba.
Un día ocurrió lo que tanto esperaba: un amigo que trabajaba en la industria cinematográfica lo citó al día siguiente para una gran oportunidad. El llamado era a las 5:30 de la mañana, él terminaba su trabajo a las 3:30 de la mañana, del mismo día.
En el casting había cientos de personas, pero el coordinador miró el cuerpo de Davenport y pensó que era muy parecido al actor protagónico, así que lo eligieron. La película era Real Steel, el actor protagónico era Hugh Jackman.
Desde ese momento marcó su entrada al mundo del cine, doblando a Hugh Jackman en otras películas. Además, como su trabajo depende completamente de su físico y de su salud corporal, mantenerse en forma es una prioridad en su vida. Entrena 6 días a la semana, manteniéndose en intervalos intensos, combinando entrenamiento y actividad cardiovascular.
Si alguna vez te has preguntado qué come Wolverine para tener ese cuerpo, Davenport dice que en general su alimentación se divide en 6 a 8 comidas pequeñas al día, en donde varía de pollo grill, quinoa y otros alimentos de rápida digestión.
“Siempre me ha encantado el yogurt congelado, pero mi cuerpo está tan acostumbrado a comer sanamente que ha generado una especie de rechazo a cualquier cosa que está fuera de mi dieta. Las personas siempre me preguntan por qué soy tan estricto con mi comida y mi ejercicio. En esta industria, como me veo es la única forma que tengo para controlar mi trabajo”.
Así que ya saben, si quieren ser Wolverine, su doble o solamente un simple mortal con unos abdominales decentes, lo que tienen que hacer es seguir el ejemplo de Davenport: perseverancia, determinación, tener una meta fija en mente y no descansar hasta lograrla.