Todos tenemos alguna historia de jefes malagradecidos que nos carcome el alma, pero al menos no somos Debbie Stevens, quien le donó un riñón a su jefa para después ser despedida por faltar al trabajo debido a la recuperación de su operación.
Todo comenzó cuando Jackie Brucia, trabajadora de alto rango en Atlantic Auto Group, fue diagnosticada con un grave enfermedad que la puso en una larga lista de espera de donación de órganos. Ante la difícil situación, Debbie Stevens, una de sus empleadas, se ofreció a ser su donante.
A pesar de que el órgano no resultó compatible, Jackie accedió a su operación de todas maneras, pues el acto de Debbie funcionó como un intercambio. Sin embargo, el regalo de la vida no fue suficiente para la ingrata mujer, pues semanas después, la despidió, dedicándole las siguientes palabras:
¿Qué estás haciendo? ¿Por qué no estás en el trabajo? No se puede entrar y salir cuando uno quiera. La gente va a pensar que te trato de forma especial.
In 2012, Debbie Stevens donated her kidney to save her boss's life. But the boss (Jacqueline Brucia) fired her when she got what she wanted. pic.twitter.com/sjdWzhciZf
— Facts Heap (@factsheap_) March 5, 2023
La estupefacta empleada, quien es madre soltera de dos hijos, se sintió sumamente traicionada, por lo que decidió demandar a la compañía. En octubre del 2012 alcanzó una satisfactoria victoria que la dejó con un monto de 15 millones de dólares.
Por su parte, Jackie Brucia manifestó que siempre estará agradecida con ella por regalarle una nueva oportunidad de vida.
Siempre estaré muy agradecida por el riñón que me regaló. No tengo nada malo que decir de ella. Hizo algo increíble por mí y por eso le deseo lo mejor.