El pasado 26 de febrero, los ciudadanos de Logroño, España, se encontraron con una escena inusual, en la que se dibujaba un hombre destrozando violentamente un vehículo de la marca BMW en la vía pública. Esto encendió rápidamente la alarma de muchos, por lo que decidieron llamar a las autoridades.
La patrulla que atendió el pedido de auxilio llegó para encontrarse con un carro todoterreno abandonando la escena con suma velocidad. Tras una breve persecución, los policías dieron con un padre que viajaba con su hijo, de 32 años, que iba en notorio estado de ebriedad.
Al parecer, la razón del conductor para masacrar el BMW con un pico de obra se debió totalmente a un acto de amor, pues aclaró que solo quería evitar que su hijo manejara borracho. Antes de tomar la drástica decisión, primero, tuvo un acalorado encuentro con el joven, quien se negaba a entregarle las llaves del coche.
Acto seguido, el preocupado hombre prefirió inmovilizar el auto, causando importantes daños en la carrocería, vidrios y las llantas, que se encontraban ponchadas.
El suceso se viralizó con rapidez, pues la determinación del padre de familia no pasó desapercibida. Por eso el hombre se ganó los siguientes comentarios de apoyo.
‘Le ha mandado un mensaje claro y conciso a su hijo. No se va a matar con el coche si él puede evitarlo’; ‘Bien hecho y si es posible, debería mandarlo a un grupo de rehabilitación’; ‘Excelente, vale más un hijo que un carro’.