Cuando pensamos en condiciones extremas y peligrosas, tal vez quedar perdidos en la jungla es uno de lo escenarios más recurrentes de nuestros desvelos, ya que los peligros en territorio salvaje son numerosos y terribles, como terminar siendo devorados por las criaturas que moran ese inhóspito entorno. Sin embargo, siempre hay esperanza, incluso en las situaciones más desesperadas. Así lo descubrieron cuatro niños sobrevivientes de la jungla colombiana.
Tras 40 días de un accidente de avión reportado el 15 de mayo de 2023 y durante el que se temía que todos los tripulantes hubieran perdido la vida, cuatro niños que iban a bordo aparecieron con vida luego de perderse en la selva del Guaviare. El hecho fue tan milagroso que el presidente Gustavo Petro lo comunicó por Twitter como “Una gran noticia para el país”.
Declaración de triunfo: “Los encontramos con vida”
Con el sencillo pero sentido reporte de “Encontramos a todos con vida”, la fuerza de 150 soldados pertenecientes al ejército colombiano dio fe del feliz hallazgo de los niños Lesly Jacobombaire Mucutuy, de 13 años, Soleiny Jacobombaire Mucutuy, de 9 años, Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 5 años, y Cristin Neriman Ronoque Mucutuy, de solamente un año, apenas una bebé.
La operación a cargo de la búsqueda y rescate de los pasajeros de la avioneta fue bautizada como “Esperanza” y, afortunadamente, dicha fe fue recompensada. Incluyendo a fuerzas especiales de la milicia y a 80 indígenas de las naciones nasa, coreguaje, siona y murui, oriundos de los departamentos de Cauca, Caquetá, Putumayo y Amazonas, respectivamente, los 230 efectivos dedicados a encontrar a los sobrevivientes por fin lograron rescatar a los cuatro infantes, que lograron sobrevivir por su cuenta hasta entonces.
La emergencia de vuelo fue reportada el día 1 de mayo de 2023 por parte del piloto Hernando Murcia, quien hizo uso de su radio para dar a conocer su apuro. Sin embargo, no fue sino hasta dos semanas después que el avión accidentado fue descubierto por los ocho indígenas, quienes hicieron el reporte oficial.
Ahí se encontraron los cuerpos sin vida de los tres adultos que viajaban en la avioneta: Murcia, Herman Mendoza, un líder indígena, y Magdalena Mucutuy, la madre de los chicos. Sin embargo, en el lugar no se encontró a los jóvenes, por lo que se inició un operativo masivo para dar con su paradero.
39 días y 5 kilómetros después: la denodada búsqueda
#AEstaHora comandos de la @FuerzaAereaCol sacan de la espesa selva a los 4 niños. El helicóptero 🚁 está a más de 60 mts de altura. Los árboles 🌳 son muy altos y la visibilidad es casi nula. Van al helipuerto habilitado en medio de la selva para esta operación.
Del helipuerto… pic.twitter.com/P7RYWDV9oi
— Mindefensa (@mindefensa) June 10, 2023
Teniendo inicialmente pañales, tijeras, una toalla, tenis y la tapa de una tetera como indicios, los rastreadores emplearon todos los recursos a su alcance para dar con los niños: desde la distribución aérea de kits de supervivencia por la selva, con un altavoz hablándoles a los niños en su lengua nativa con la voz de su abuela, conminándolos a hacer acto de presencia hasta búsqueda con la asistencia de Wilson, un efectivo canino del ejército.
Finalmente encontraron a los muchachitos a una distancia de alrededor de 5 km del sitio del accidente, quienes vestían camisetas azul claro y grises e iban descalzos. Los niños narraron que Lesly tomó las riendas de la situación y los puso a todos en marcha y los mantuvo a salvo. Con un aspecto lamentable pero prácticamente ilesos, los chicos lograron sobrevivir una de las situaciones más mortales imaginables.
¿Cómo sobrevivieron los pequeños?
El llanto de la bebé nos dio su ubicación; cuando los encontramos, estaban todos exhaustos, inmóviles, prácticamente. Era obvio que ya no podían andar como durante las primeras semanas de su viaje. Los encontramos a tan solo tres horas del sitio del accidente, pero viajar a pie por la selva debió ser sumamente difícil para los pequeños.
– Lucho Acosta, coordinador de los exploradores indígenas en la región amazónica colombiana
Los paquetes de supervivencia que fueron arrojados a la jungla por el ejército para que los niños pudieran tener acceso a líquidos y alimentos y que lograran salir adelante durante este trance fueron más de 100, los cuales fueron lanzados en una zona entre Guaviare y Caquetá, donde se presumía que debían encontrarse. Sin embargo, los niños revelaron que comieron unos tres kilos de harina de Yuca para sobrevivir.
Según los rescatistas, al encontrarlos, los niños estaban desnutridos, pero conscientes y lúcidos. En parte se cree que su modo de vida como indígenas les permitió sobrevivir, pues han desarrollado resistencia contra enfermedades selváticas y sus conocimientos de la vida en la jungla parece haberles servido para evitar alimentos venenosos y encontrar agua.
Tal vez todo eso les habría resultado imposible de no estar familiarizados con ese tipo de entorno salvaje, pero, afortunadamente, su ascendencia indígena les dio algunas ventajas para salir con vida de la tragedia. Finalmente, los niños fueron transportados en camilla vía aérea para atender su delicado estado de salud.