La noche de los Óscar y su increíble error, lo mismo que las elecciones de los Estados Unidos y el Super Bowl LI, son para algunos la prueba de que vivimos en una simulación de computadora; y los eventos revivieron la hipótesis de que vivimos en la Matrix.
Por extraño o tonto que suene en primera instancia, hay un filósofo en Nueva York llamado David Chalmers que no cree que sea tan descabellada la idea; y lo que ha pasado a últimas fechas, revivió esa creencia. El argumento es que ese tipo de “errores” son imposibles, y que su ocurrencia prueba que vivimos en una simulación manipulada.
La elección de Donald Trump fue un evento extremadamente chocante, pues no se esperaba para nada. Igualmente, la equivocación en la entrega al premio a mejor película en los Óscar, es realmente increíble.
Cuando se establece esa hipótesis, todo parece caer en su lugar, dicen. Por ejemplo, la voltereta en el Super Bowl LI. El extraño resultado con un regreso sin precedentes y prácticamente imposible, con atrapadas improbables y coberturas defensivas de risa, no tiene sentido en el mundo “real”. No suceden ese tipo de cosas.
Pero es exactamente lo que esperas que pase cuando un adolescente juega con su padre un videjuego de deportes. El padre aprieta todos los botones al azar mientras su hijo planea y ejecuta sus jugadas. Resulta obvio para algunos, que en el tercer cuarto, el alien que maneja la computadora y que manejaba a los Patriotas, decide cambiar el control con su hijo.
Puede ser que sea un bromista, o una especie de Loki que opera la computadora, y que el día de las elecciones en los Estados Unidos, con el programa puesto, de repente decidiera: “¿y qué tal si mejor gana el otro? ¿Cómo reaccionarían?”, a lo que el hombre más sabio y anciano diría: “no les puedes hacer eso”. Tal vez el niño diría: “sería divertido, vamos a ver qué hacen”.
La tesis de que estamos en una simulación, no es una broma. El argumento ha sido debatido y expuesto en el American Museum of Natural History, en año pasado. Ya que el avance de la inteligencia artificial parece ser constante, y que las cosas vivas están en todo el universo probablemente, una de las cosas que harán esas cosas vivientes, son las simulaciones de otros universos, donde corren experimentos.
Nosotros no somos tan inteligentes y ya empezamos a hacerlo, modelar economías enormes y poblaciones, en computadoras presumiblemente “primitivas”. Ya que habría un solo universo “real” e incontables universos simulados, la probabilidad de que vivamos en una simulación son mayoría abrumadora.
Si la vida inteligente existe, probablemente vivamos en una matriz. Clara Moskowitz, escribe en Scientific American:
“Un argumento popular para la hipótesis de la simulación, proviene del filósofo de Oxford, Nick Bostrum de 2003, cuando sugirió que los miembros de una civilización avanzada con enorme capacidad en sus computadoras, podrían decidir correr simulaciones de sus ancestros. Ellos podrían tener la habilidad de correr muchas simulaciones, al punto en que la vasta mayoría de mentes serían artificiales, y no las mentes ancestrales originales. Así que la estadística simple, sugiere que es mucho más probable que estemos entre esas mentes que son simulaciones”.
La lógica es simple. Si estamos entre las mentes simuladas, existimos para ser mentes simuladas: existimos para ser parte de un experimento. Hasta hace poco, nuestra simulación, la Matrix en la que estamos aprisionados, parecía estar en manos razonablemente sólidas. Cosas terribles pasaron cuando las máquinas que corren los experimentos, tuvieron eventos traumáticos, guerras absurdas, programas super-emocionales como los humanos.
Pero de todos modos, parece muy sólido. Las cosas no empiezan a volar por ahí, ni los gatos empiezan a ladrar, Trump no gana como presidente, la película que ganó la mejor película es la que ganó como mejor película. Así, quienes sostienen esa teoría, sostienen que a partir de ahora, podemos esperar que cualquier cosa por más extraña que parezca, suceda.