Muy seguido pasamos nuestras vidas sin buscar explicación a varias cosas que ocurren a nuestro alrededor, notando situaciones peculiares pero que no logramos comprender del todo, ya sea por falta de contexto o de información histórica o científica. Sin embargo, eso termina hoy, al menos para algunos de esos casos de misterios demasiado evidentes para ignorar aunque muy cotidianos para investigar.
Estas son 10 cosas que hemos notado en nuestro mundo pero que hasta ahora no habíamos podido explicar por qué ocurren o por qué se hacen de esa manera. En muchos casos, la respuesta podría parecer bastante más increíble de lo que jamás hubiéramos imaginado a pesar de que su ocurrencia es casi tan común como respirar.
1. ¿Por qué les ponen caras a las calabazas en Halloween?
Una de las estampas más comunes en el festejo de Noche de Brujas, De Todos los Santos o Halloween, es el de la calabaza que al ser iluminada en la noches, exhibe una macabra sonrisa. La razón de esa tradición es la conmemoración a un pillo de leyenda, Jack O’Lantern (Jack de la interna), quien logró engañar al diablo, pero que por su desfachatez terminó siendo expulsado tanto del cielo como del infierno, condenándolo a deambular por el mundo eternamente. Con el fin de recordar la historia, la gente empezó a adornar sus calabazas y usarlas como linternas en la celebración para alejar a los malos espíritus.
2. ¿Por qué se chocan las copas al brindar?
Brindar de esa manera tiene orígenes en una tradición medieval práctica pero que habla de la gran violencia y brutalidad de esos tiempos, pues era un mecanismo que mezclaba el contenido de las copas o tarros para que en caso de que el anfitrión hubiera vertido veneno en la copa del invitado, ambos bebieran el elixir ponzoñoso.
Otra explicación es que el sonido producido por las copas al chocar emulaba a aquel producido por las campanas de las iglesias, sirviendo así como un remedio “homeopático” contra la presencia de espíritus malignos, diablos y demonios, que podrían ser repelidos por su animadversión a todo lo que tuviera que ver con los símbolos y representaciones de la fe.
3. El suplicio de un pizarrón arañado
Probablemente has sufrido la molestia de soportar el sonido de un pizarrón siendo arañado, lo que te ha provocado ñañaras irreprimibles. Aunque no se conoce precisamente la razón para ello, una investigación que le valió el premio Nobel a D. Lynn Halpern, Randolph Blake y James Hillenbrand en 2006 apunta a que la parte del sonido que causa la tremenda incomodidad se encuentra ubicado alrededor de las frecuencias medias, que son similares a las de las llamadas de algunos primates.
4. Las barras en ángulos descendientes de las bicis
Las bicicletas que están diseñadas “pensando en mujeres” presentan barras descendentes frente al asiento y eso se debe a que en los primeros tiempos del vehículo, cuando las mujeres subían a las bicicletas, las barras más horizontales les estorbaban mientras usaban faldas, llevando las situaciones a un “problema con el decoro”. Por eso se “bajaron las barras” en las bicicletas diseñadas para mujeres, permitiendo que usaran falda mientras pedalean, con menos problemas.
5. El agujero extra de los tenis
Si has notado que tus tenis tienen un agujero extra en la cima, pero no lo has usado, lo más probable es que no te dediques a correr, pues ese “pilón”, también llamado bloqueo de talón, bloqueo de encaje o bucle del corredor, tiene una función específica para los velocistas. Al atarlo, logran mantener un agarre más ceñido del calzado, evitando que el espacio entre su pie y el tenis produzca “juego” que podría lastimar al deportista y provocarle lesiones dolorosas y hasta accidentes.
6. Escucharte a ti mismo asincrónicamente te desorienta
Quizá has escuchado el “eco” de tu propia voz, pero con muy poca diferencia entre tus palabras y el sonido, causándote confusión y desorientación. Bueno, aparentemente, el fenómeno se debe a que, dado que nos resulta necesario escuchar nuestra propia voz para comunicarnos “apropiadamente”, nuestro cerebro espera una respuesta inmediata entre hablar y escucharnos a nosotros mismos, por lo que al momento de recibir la retroalimentación con tanto retraso, terminamos fuera de onda.
7. Los barros y espinillas son más frecuentes en la cara
¿Acaso hay alguna razón práctica por la que nuestro sabio cuerpo deja repletos de barros y espinillas nuestros rostros en vez de otras zonas de nuestra piel? Pues a decir verdad, la explicación sí es muy simple, pero quién sabe si convencerá a alguien de que esta decisión de diseño sea óptima.
El acné es resultado de altas concentraciones de glándulas sebáceas, que a pesar de existir en toda la piel, están particularmente concentradas en la cara y cuero cabelludo, formando erupciones de este tipo con mucha más frecuencia (hay unas 900 glándulas sebáceas por centímetro cuadrado de piel en cara y cabeza).
8. Los fondos indentados del vino
Quizá sea notoria para ti la indentación cónica en el fondo de las botellas de vino, llamada “picada”, pero quizá esa característica de botella no tenga mucho sentido sin contexto histórico. Además de dar la ilusión de mayor contenido que el real (reduflación en acción), esa forma del vidrio permite que los sedimentos del vino se acumulen y ampollen con mayor facilidad en el fondo conforme el vino envejece, por lo que mientras más viejo es el vino, más se beneficia de la hendidura.
9. Cómo respiran inmediatamente los recién nacidos
Quizá vaya contra el sentido común que los recién nacidos puedan respirar en cuanto nacen si jamás lo hicieron antes, pero la respuesta es bastante sencilla. Al momento de nacer, todos los factores presentes por el cambio de ambiente (incluyendo cambio de temperatura y ausencia de líquido amniótico, que es reemplazado por aire), provocan un acto reflejo dentro de los primeros diez segundos de haber nacido, que resulta ser la primera respiración del infante, usualmente percibida como un suspiro o inhalación súbita, lo que, como si de “un gallito” se tratara, pone en funcionamiento el movimiento mecánico de los pulmones.
10. Estrés bueno y estrés malo
Quizá te hayas preguntado ¿por qué el cansancio que me provoca el ejercicio es bueno, mientras que el que me causan los malos hábitos (cafeína, nicotina, las cargas de trabajo excesivas) es perjudicial? Pues se debe a que el ejercicio exige al corazón que lleve a cabo ciertas tareas, lo que provoca que desarrolle mayor dilatación vascular y, por lo tanto, más irrigación de oxígeno, además de acostumbrar a tus pulmones y músculos a cierto ritmo de funcionamiento que les permite desarrollarse paulatinamente. Es como un “mantenimiento preventivo”.
En el caso del estrés provocado por situaciones indeseables no es provocado por la voluntad del individuo, sino por un esfuerzo del cuerpo por mantener un nivel de oxigenación y funcionamiento adecuado a pesar de las condiciones adversas, lo que termina resultando en deterioro y debilitamiento de los distintos sistemas del cuerpo debido al círculo vicioso de requerir más recursos para el mismo resultado, que a su vez empeora la situación, necesitando aún más recursos del cuerpo.