Aunque técnicamente estén muy bien fabricadas, hay cosas que lastiman la vista al contemplarlas y son el ejemplo perfecto del mal gusto llevado a la realidad, y lo peor es que sí hay gente que las compraría y las usaría. Estos 15 objetos eran pésimas ideas, pero al hacerlos al menos compensaron su fealdad con una muy buena calidad. Hay que tener una enorme seguridad en uno mismo, o de plano ser demasiado cínico, para presumir estos esperpentos tan bien hechos.