Afortunadamente en México, la gente ha mantenido una tolerancia envidiable en cuestiones de “raza” y religión, por lo que los grupos extremistas, como los fascistas, cuya expresión más infame ha sido el nazismo alemán, nunca han echado raíces en nuestro país. Por eso no sorprende que una reciente convocatoria a una marcha neonazi haya fallado estrepitosamente.
Una marcha convocada en la Macroplaza de Monterrey, Nuevo León, por la Unión Nación Revolución (UNR), la mayor organización nacionalsocialista de México (según dicen), atrajo solo a dos participantes, Christian, un tapatío, y Argos, de Saltillo, Coahuila, quienes mantuvieron un perfil bajo cubriendo sus rostros con lentes y antifaz. A pesar de ello, los dos aprovecharon para hablar ante la prensa.
Su número fue tal que casi resultó imposible contarlos
Al pie de la fuente de Neptuno, el 50 por ciento de los asistentes (Christian) se mostró muy verborréico, mientras que la otra mitad de la marcha (Argos) mantuvo un estricto mutismo. Los dos jóvenes llegaron al sitio con la intención de iniciar una marcha para “protestar contra la política corrupta que impera en México”, pero, al final del día, decidieron no iniciar la movilización porque entre dos estaba difícil imponerse al ojo público.
Se vieron pocos, pero aseguran que son muchos y están en todos lados
El sábado 27 de mayo se celebró una reunión privada con una concurrencia de 40 asistentes, para la cual se cobraron 250 pesos por derecho de admisión; fue muy exclusivo, pues no se permitió entrar a simpatizantes de movimientos feministas, LGBT ni marxistas. Tenemos una fuerte presencia en Querétaro, San Luis Potosí, Guadalajara, Nuevo León, Coahuila y extrapolaron esta presencia a toda la República Mexicana.
-Christian
Según la mitad más parlanchina de la marcha, la organización de la manifestación estuvo orquestada por la librería Heidelberg de Monterrey, quien convocó a simpatizantes de toda la República Mexicana para que la gente inconforme con el sistema político actual se aglutinara en una marcha multitudinaria para exigir el cambio. Solo esta pareja se aglutinó.
¿Qué dijo? Parece que no saben qué son ni el neonazismo ni el fascismo
No nos identificamos con la derecha ni con la izquierda, sino que queremos seguir una tercera vía para unir las ideas nacionalistas con la justicia social y un modelo económico diferente sin la tentación del marxismo: Cualquier persona es bienvenida a este movimiento.
Lo que más llama la atención de los jóvenes, además de su indumentaria militaroide y su declaración de ser “neonazis”, es que no parecen saber mucho de las implicaciones de los movimientos fascistas que históricamente han sido racistas, discriminativos y violentos, como ha quedado registrado ampliamente cuando se hablaba de la Alemania nazi o del fascismo italiano.
Aunque se vean poca cosa, son potencialmente dañinos
La presencia de grupos que se identifican con el fascismo no es algo nuevo en México. En 1922 se fundó el Partido Fascista Mexicano, que estaba basado en la ideología de Mussolini y era opuesto a las leyes agrarias de la Revolución Mexicana. Sin embargo, el partido desapareció muy pronto por irrelevante, pero a lo largo del siglo XX han aparecido y caído en el olvido múltiples grupos de corte fascista que se sostuvieron sobre los ejes del anticomunismo y el racismo, sin excepción.
Por extraño que nos parezca que estas ideologías racistas y supremacistas peguen en un país como México, donde la mayoría de sus habitantes somos morenos y mestizos, los morenonazistas son una realidad y con talleres, cursos y adoctrinamiento, quién sabe hasta dónde pueda llegar un movimiento de este tipo. En una de esas, nos sorprenden y hasta arman una marcha de tres personas o ya si nos ponemos a soñar, hasta de cuatro.