Un veterano de la II Guerra Mundial, de 96 años, se construyó un vehículo que cualquiera desearía tener: en lugar de silla de ruedas decidió volver a sus días en la milicia montando una silla con orugas, como si fuera un tanque de guerra que desafía cualquier obstáculo.
El héroe de guerra se llama Eddie Shaw, y su hijo fue el encargado de llevar a la práctica el proyecto militarizado.
Peter construyó el vehículo todo terreno cuando se dio cuenta de lo increíblemente difícil que era superar el menor escalón u obstáculo en el camino.
El increíble transporte está armado con orugas en un chasis de una carretilla motorizada, con un motor Honda de 4.5 bhp y un asiento muy cómodo de una van.
“Mi padre perdió a su esposa hace dos años, así que decidimos que era mejor que viviera cerca de nosotros en Ellesmere. Me gusta salir y llevarlo de viaje una vez a la semana, tiene una silla de ruedas en la casa, pero entonces me di cuenta de que era muy difícil empujarla en la arena o el terreno irregular. Había visto carretillas motorizadas y se me ocurrió adaptarle una a mi papá”.
También señaló que su papá fue atacado por tanques en la II Guerra Mundial, por lo que pensó que sería buena idea usar las orugas.
Nunca tuvo oportunidad de subir en un tanque, pero llegó a destruir alguno con misiles antitanque. Ahora tiene la oportunidad de comandar su propio vehículo militarizado.
La silla le costó unos 600 dólares, gracias a donaciones de negocios locales. Peter tiene 60 años, y es un ingeniero retirado experto en plomería y calefacciones. Afirma que la silla le hubiera costado unos 5 mil dólares sin ayuda de los donadores.
“La gente ha sido muy amable, ha sido un verdadero trabajo comunitario. Es sorprendente, es muy estable y puede pasar por cualquier obstáculo muy fácilmente”.