Varones, el mundo está lleno de misterios, incluso nuestra propia existencia es un misterio grandísimo, comenzando por nuestro cuerpo. Cuanto más tratamos de entender su funcionamiento, más nos asombra lo poco que sabemos sobre lo que ocurre dentro de nosotros.
El día de hoy hablaremos de las condiciones y desequilibrios físicos más extraños que existen y de los que muy poco hemos oído hablar. Desde tener mucha elasticidad en la piel hasta escuchar el movimiento de nuestro propio globo ocular, aquí tenemos algunas de las condiciones médicas más extrañas que no creerás que son reales.
1. Síndrome de Tourette con coprolalia
El síndrome de Tourette es un trastorno neuropsiquiátrico en el que el paciente sufre de numerosos tics motores involuntarios, como parpadeo, olfateo, o tics vocales en general. Por su parte, la coprolalia es la pronunciación incontrolable de malas palabras, como groserías o insultos. Las personas que padecen Tourette no necesariamente tienen coprolalia. Solo el 10 por ciento de las personas con Tourette presentan esta condición, por lo tanto, no es una afección médica poco conocida y por eso, a menudo, las personas que lo padecen son consideradas como inadaptados sociales, pero no es el caso.
2. Dermatografía
La dermatografía es un trastorno de la piel en la que aparecen ronchas en su superficie cuando se rasca levemente. Los rasguños tienden a enrojecerse y se convierten en una roncha elevada, similar a la urticaria. Después de unos 30 o 40 minutos, la piel vuelve a su estado normal aunque, en casos extremos, las ronchas rojas pueden durar varios días. Esto ocurre debido a la histamina liberada por los mastocitos en la superficie de la piel.
Además del rascado, la dermatografía puede ser inducida por estrés, ropa ajustada, relojes, fricción por usar gafas, infecciones o hasta el calor y frío pueden provocarla. Por suerte, esta condición se trata con antihistamínicos y otros medicamentos que le permiten a las personas vivir plenamente.
3. Síndrome de Ehlers-Danlos
El colágeno es la proteína más abundante del cuerpo humano que ayuda a mantener la fuerza física de los tejidos y evitar que estos se deformen. Sin embargo, la ausencia de colágeno hará que dichos tejidos sean elásticos, provocando así el síndrome de Ehlers-Danlos (SED). Esto provoca tener una piel hiperelástica, articulaciones hiperflexibles, dedos deformados y, en algunos casos, resultar en complicaciones potencialmente mortales, como la disección aórtica. El SED suele ser extremadamente doloroso debido a la hipermovilidad de las articulaciones y otras partes del cuerpo.
4. Acúfenos o tinnitus
Las personas que sufren de esta afección oyen un zumbido constante en los oídos las 24 horas del día, los siete días de la semana, incluso cuando no hay ningún sonido externo. Este sonido de “timbre” puede provenir de uno o ambos oídos y hay pacientes que pueden escuchar un chasquido, silbido o un rugido también. Es más, hay pacientes que dicen poder escuchar música o voces poco claras en su cabeza, pero este sonido varía de tono de persona a persona.
El tinnitus se produce debido a la pérdida de audición inducida por el ruido, infecciones de oído, tumores cerebrales, estrés emocional, enfermedades cardíacas, lesiones en la cabeza o cerumen. Este efecto es irreversible, pero se puede reducir con la ayuda de terapias.
5. Acinetopsia
A esta afección se le conoce comúnmente como ceguera al movimiento. Es un trastorno neuropsicológico en que el paciente no puede percibir el movimiento de los objetos, pero los puede ver de forma aguda y reconocerlos. Algunos lo describen de esta manera: “Todo parece estar congelado en el tiempo, solo para saltar hacia adelante en el tiempo y volver a congelarse”. Las personas que padecen acinetopsia en mayor grado son incapaces de reconocer y diferenciar algún movimiento, solo pueden reconocer la nueva posición de los objetos o personas, pero no pueden verlos caminar o correr. No existe un tratamiento eficaz para tratar este problema, lo cual es una lástima.
6. Trastorno de identidad por integridad corporal
También conocido como trastorno de identidad de amputados, se trata de un trastorno psicológico en el que una persona siente que una parte de su cuerpo, como manos, ojos o piernas, no fuera propia. Estas personas sienten la repentina necesidad de eliminar la extremidad sana de su propio cuerpo. A veces, la necesidad de extirpar una parte del cuerpo es tan fuerte que el paciente intenta dañar esa parte del cuerpo para que no haya otra salida más que amputarla.
7. Cefalea en racimos
También conocido como dolor de cabeza en racimo, es un trastorno neurológico caracterizado por dolores de cabeza intensos y recurrentes en un lado de la cabeza, generalmente alrededor del ojo. Este dolor se ha descrito como aún más doloroso que dar a luz. Y cómo no, si uno de los padecimientos es el desgarre del ojo afectado y congestión nasal. Sus efectos duran de media hora a dos horas. Hasta ahora, no existe cura definitiva para la cefalea en racimos. Sin embargo, se puede prevenir y tratar.
8. Síndrome de Poland
Este síndrome es un defecto de nacimiento poco común que se caracteriza por el subdesarrollo o ausencia del músculo pectoral en un lado del cuerpo, generalmente el lado derecho. Además, los dedos de la mano del mismo lado del cuerpo están palmeados. Esta anomalía se puede tratar mediante cirugía, donde se inserta un implante de pecho hecho a la medida en la región afectada.
9. Trimetilaminuria
Este es un trastorno metabólico también conocido como síndrome del olor a pescado que hace que una persona huela… pues a pescado. Esto se debe al defecto en una de las enzimas que hace que un compuesto orgánico llamado trimetilamina se acumule en el cuerpo. Luego, este se libera a través de la orina, sudor y respiración, lo que hace que la persona tenga un fuerte olor a pescado. Esta condición es más común en mujeres que en hombres y no existe una cura conocida.
10. Afantasia
La afantasia es un trastorno debido al cual una persona no puede ver ninguna imagen en su mente. Estas personas pueden recordar hechos, pero tienen dificultad para recordar rostros o visualizar cualquier lugar u objeto. Muchas personas ni siquiera saben que lo padecen.