Las leyendas de tesoros escondidos son reales y un hombre se volvió millonario de la noche a la mañana cuando descubrió una fortuna oculta en un almacén “vacío” que había comprado.
En el programa televisivo ¿Quién da más?, el protagonista Dan Dotson se dedica a comprar depósitos y almacenes confiscados y después los ofrece en subasta. Él vendió un depósito, aparentemente vacío y abandonado, a un hombre (que permaneció anónimo) por solo 500 dólares.
Dotson se olvidó de esta transacción, pues no apareció en el programa y no creía que tuviera alguna importancia. Tiempo después, durante una subasta de caridad en California, una anciana asiática se le acercó para explicarle que su esposo había comprado ese depósito y en él se encontraba una caja fuerte.
El hombre contrató a un cerrajero para que le abriera la caja de seguridad y todos se maravillaron el descubrir que contenía nada menos que 7.5 millones de dólares en efectivo.
Pero la fortuna no le duraría mucho, pues al enterarse del hallazgo los antiguos propietarios del almacén contactaron a un abogado para que les ayudara a recuperar su dinero. Tal vez se les había olvidado que tenían guardados en su pequeña alcancía… siete millones y medio en efectivo.
El representante legal acudió con el comprador del almacén y le ofreció una recompensa de 600 mil dólares para que regresara los millones a sus “legítimos dueños”. Por supuesto que esa cantidad fue una burla y el hombre no aceptó.
Después de algunas complicaciones legales se llegó a un acuerdo. El hombre devolvería 6.3 millones de dólares y se quedaría con lo demás, es decir, 1.2 millones. No era lo que esperaba, pero al menos sigue siendo millonario.
Por supuesto que fue muy sospechoso que semejante cantidad de efectivo se encontrara escondida en una caja fuerte. Así que al menos Dan y su co-estrella Rene Nezhoda consideran que seguramente no es “dinero limpio”. De cualquier forma, 1.2 millones de dólares no le caen mal a nadie.
Fue algo parecido a cuando encuentras un poco de dinero en las bolsas de tus pantalones o chamarras, pero en versión millonaria.