Una cosa es ser castigado por tus malas acciones y otra muy diferente es que pagues por el crimen que alguien más cometió solo porque te parces a esa persona. Existe una antigua creencia que dice que todos tenemos un doble perfecto en alguna parte del mundo y que ese doble es malvado. Afortunadamente, muchos de nosotros nunca hemos tenido problemas con nuestro doppelgänger, pero no todos somos tan suertudos.
Un hombre de Kansas, Estados Unidos, llamado Richard Anthony Jones terminó siendo condenado a 19 años de prisión por un crimen que no cometió pero que fue perpetrado por un hombre que era su viva imagen, Rick Amos, quien compartía hasta su nombre. Luego de 17 años de prisión, el doppelgänger de Jones fue encontrado y el inocente fue exonerado de los crímenes que lo metieron tras las rejas. Además, el 18 de diciembre de 2018, el estado de Kansas le ofreció 1.1 millones de dólares como disculpa. Lo más raro de todo es que Jones está feliz con la compensación y ni siquiera está enfadado con su doble maligno.
Rick, esas coartadas cuénteselas a su abuelita…
Allá por 1999 ocurrió algo que desafortunadamente no es nada fuera de lo común: un hombre intentó robar el bolso de una mujer. El crimen tuvo lugar justo afuera de un Walmart ubicado en Eoelan Park, en Kansas, pero la mujer era de armas tomar y logró repeler al atacante, conservando casi todas sus pertenencias, pues el ladrón se hizo con su celular. Durante el robo, la víctima cayó y se raspó las rodillas, lo que convirtió al delito en robo agravado. Los testigos describieron al criminal como un hombre de tez clara de ascendencia hispánica o afroamericana con pelo largo peinado hacia atrás. Aparentemente, el ladrón respondía al nombre de Rick.
El ladrón abordó un carro luego del robo y un testigo proveyó las placas del vehículo involucrado, que fue rastreado hasta el domicilio del conductor, quien fue llevado a la comisaría, donde identificó, al igual que la víctima, la fotografía de Rick Jones en un registro de fotos de hombres llamados Rick que coincidían con la descripción de los testigos como el perpetrador del atraco. Sin embargo, cuando interrogaron a Jones, él dijo que estaba en la fiesta de cumpleaños de su novia a la hora del robo y varios asistentes a la fiesta testificaron que lo vieron ahí. Por desgracia, su coartada no fue suficiente para convencer al jurado, que condenó a Jones, con un registro criminal existente, a 19 años por robo agravado.
Yo te aseguro que yo no fui, son puros cuentos de por ahí
Por supuesto, dado que Jones genuinamente no había cometido el robo, no se iba a dar por vencido y aceptar cruzado de brazos pasar casi 20 años tras las rejas, por lo que apeló al veredicto, pero batearon sus argumentos y lo mandaron de vuelta al bote, ya sin esperanzas de salir. A más de una década de estar en la prisión, el Proyecto de Inocencia del Medio Oeste, que busca liberar a gente encarcelada injustamente, fundado en la Escuela de Ley de Kansas City de la Universidad de Missouri en 2000, se enteró del caso de Jones y empezó a investigar al respecto.
El mundo es pequeño, en especial el penitenciario, y los malandrines suelen seguir en las andadas hasta que los agarran, así que la respuesta al dilema del preso estaba más cerca de lo pensado. Resulta que el equipo investigador encontró a otro Rick, llamado Ricky Lee Amos, de apariencia sorprendentemente similar a la de Richard Anthony Jones, cercano en edad, mismo peinado y vello facial. Además, Amos vivía en el edificio hasta el que rastrearon el auto que fue identificado como usado en el robo.
Perdón por quitarte 17 años de tu vida, hijo. Ten 1.1 millones de dólares
Un juez ordenó la liberación de Rick Jones cuando los testigos fueron incapaces de diferenciarlo de Amos. John Cowles, el fiscal a cargo del caso en primera instancia, dijo que la condena se basó únicamente en testigos oculares y, desafortunadamente, condenaron al hombre equivocado. Lo bueno fue que al hablar en la audiencia, él entendió esto. En efecto, Jones dijo que no tiene mala fe ni por los que lo condenaron ni por quien cometió el crimen en primer lugar (Ricky Amos), solo dijo que esperaba y rezaba porque llegara el día en que lo liberaran y al llegar, el sentimiento fue avasallador.
El caso de Jones es el primero en resolverse bajo un estatuto de condena equivocada aprobado en 2018. Además de recibir más de un millón de dólares como compensación y un certificado de inocencia, se decidió que sería destinatario de asesoramiento, tendría permiso para recibir beneficios del programa de salud estatal de 2019 y 2020 y todo registro de su arresto, así como muestras biológicas que tuvieran que ver con su arresto erróneo serían destruidas. Derek Schmidt, el fiscal general de Kansas, dijo que lo bueno del caso del Sr. Jones fue que pudieron resolver las cosas rápidamente, pero, la verdad, 17 años de espera en prisión para resolver las cosas es un largo tiempo.