La partenogénesis o nacimiento virginal es un fenómeno en el que la hembra de algún animal es capaz de dar lugar a un feto íntegro, perfectamente formado, sin necesidad de que un macho fecundara los huevos. Recientemente, una cocadriz en un zoológico de Puerto Rico llevó a cabo ese fenómeno, lo que tiene sorprendidos a los científicos.
Aunque no se trata de un fenómeno inaudito en el reino animal, sí es la primera vez que tal acontecimiento se da en la concepción de un cocodrilo y muchas nuevas posibilidades se han abierto con el descubrimiento de este milagro biológico que podría ser un modo más de defenderse de los peligros de la extinción, pues aunque su número se incrementa últimamente, los cocodrilos americanos están en una situación “vulnerable”.
Conozcan a la madre: una chica de 16 años a quien no dejaban salir de fiesta
Suena como un verdadero martirio para la pobre madre cocadriz americana, pues la han tenido refundida en su hábitat en un zoológico puertorriqueño sin posibilidad de tener contacto con machos. Literalmente, el equivalente humano a estar castigada sin acceso al celular o a la puerta de tu casa durante 16 años cocodrilo, que son iguales a los humanos, porque en cautiverio tienen la misma esperanza de vida que nosotros.
En 2018, la aburrida señorita produjo 14 huevos y luego de tres meses de incubación fue descubierto que uno de ellos contenía un feto: se trataba de una pequeña cocadriz en ciernes, cuyo análisis genético mostró una coincidencia de alrededor del 99.99 por ciento con el material genético de la madre. A pesar de que el huevo nunca eclosionó, ese fue un hecho fortuito, pues el producto era 100 por ciento viable.
Una madre soltera como nunca antes se vio… y no es por falta de pretendientes
Existen varios tipos de animales que logran sobrevivir a pesar de la falta de machos con este fantástico modo de reproducirse y, usualmente, lo hacen en situaciones extremas que podrían significar su extinción, como los pulgones, las Triaeris stenaspis, Epiperipatus imthurni, el tiburón cabeza de pala o el tiburón de puntas negras, así como el dragón de Komodo y el huico de Nuevo México, pero nunca antes en cocodrilos.
Aunque el fenómeno podría considerarse como un sistema a prueba de tontos para que los cocodrilos pudieran seguir existiendo, la cosa es que tal vez algún otro factor haya provocado el milagro, porque científicos puertorriqueños han determinado que los neonatos de cocodrilo han sido más machos que hembras, así que no es como si no hubiera de dónde elegir para aparearse.
El milagro de la clonación natural
Aunque en muchas ocasiones, el nacimiento virginal considera que el producto es un clon de la madre, en realidad, su material genético difiere porque posee dos copias del ADN de su mamá. Tal es el caso en las instancias conocidas de partenogénesis. Igualmente, el hecho de que el feto fuera de una cocadriz no tiene que ver conque sea una copia de la mamá, sino de la temperatura de incubación de su huevo, 29.5 °C, que son los apropiados para la formación de fetos femeninos.
A juzgar por el feto que se produjo, de entre los dos posibles procesos de partenogénesis, el que parece haber tenido lugar es el de automixis, que se ha documentado en tiburones, en el que se barajan los genes de la madre para crear prole que no es igual a la madre, pero que sí es sumamente similar. De haber sido apomixis, que implica una especie de copiar-pegar genético, la hija hubiera sido un clon de su mamá, la pesadilla de toda adolescente humana o cocadriz, según se sabe.