La cultura de las demandas es algo que tiene mucho apoyo en Estados Unidos, donde las grandes corporaciones tienen fama de aplastar con juicios a los pequeños empresarios, pero de repente se presenta algún caso en el que algún titán corporativo termina fulminado por los más insospechados rivales, como una empresaria colombiana, quien le dio matarile a la demanda con la que Coca-Cola pretendía borrar del mapa a algunos productos de su empresa.
Fabiola Pinacué, politóloga y empresaria de raíces orgullosamente indígenas, construyó una empresa de comercialización de productos de hoja de coca, cuya bebida energizante Cocasek despertó al equipo legal de la Coca-Cola, que intentó apachurrarla como a un molesto insecto, pero terminó sintiendo su picadura.
La bebida que atrajo la ira del titán estadounidense
La compañía Coca Nasa, así llamada por Fabiola porque su objetivo es reivindicar el buen nombre de la hoja de coca y difundir la cultura del pueblo Nasa, endémico del departamento del Cauca, en la zona andina del suroccidente de Colombia, se dedica a comercializar productos basados en esa planta medicinal, incluyendo pomadas, alimentos y, por supuesto, bebidas.
Una de esas bebidas, el refresco energizante Cocasek, alarmó grandemente al equipo legal de la Coca-Cola debido, principalmente, a que veían en ese competidor una violación de su marca, por lo que interpusieron una demanda de cese y desista en contra del pequeño negocio, pero Fabiola todavía tenía mucho que decir al respecto.
No se metan con Fabiola: casi casi les pintó el dedo
Muchos nos cayeron a reclamar el nombre; Coca-Cola nos demandó cuando entramos en la etapa de desarrollo de Cocasek y con la aparición de Coca Pola, pero no pudieron ganar nada porque nosotros tenemos el respaldo de nuestra cultura, que es la que siempre ha inspirado a nuestros productos.
– Fabiola Pinacué
Cocasek y Coca Pola fueron los principales objetivos de la impugnación legal de Coca-Cola, pues debido al parecido de los nombres y de los productos, decían que eran “basados en su propia marca” y, por lo tanto, debían desaparecer. Pero la mujer es de armas tomar y enseguida les puso un hasta aquí a los juristas empleados por los refresqueros.
Apoyada en la cultura, pues el nombre de todos sus productos tienen en su denominación el nombre de la planta medicinal, hizo retroceder a las demandas que amenazaban con poner un alto a su actividad productiva y finalmente se le permitió seguir con su esfuerzo empresarial.
No es la primera y seguramente no será la última en defenderse de la Coca-Cola
Además de haber repelido el ataque legal de Coca-Cola por el nombre, el 17 de mayo de 2023, luego de 10 días de clausura por parte de autoridades, la compañía Coca Nasa recibió el beneplácito del gobierno para reanudar sus actividades productivas, que por ser comercializadora de productos de coca, siempre ha tenido que enfrentar a los estereotipos y a la desinformación. Cabe mencionar que la historia de Fabiola y Coca Nasa no es el primer intento fallido de la Coca Cola por pisotear a alguien que consideraban fácil de derrotar en el terreno de lo legal.
En 2005, una mujer mexicana de nombre Raquel Chávez derrotó a la Coca-Cola en un pleito legal, pues la empresa la obligaba a vender lo que ellos le dijeran en su miscelánea, una práctica muy común y monopólica por la que la compañía refresquera se ha vuelto infame. En esa ocasión, Chávez obtuvo una victoria y la compañía fue multada por las cantidades de al menos 15 millones de dólares y, posteriormente, de 53 millones de dólares por prácticas monopólicas. Esto demuestra que si te están intimidando, no debes dejarte amedrentar, aunque el abusador sea la poderosa Coca-Cola.