El ser humano se jacta de su intelecto superior, los avances tecnológicos y las grandes hazañas que ha realizado a través de los años, pero hoy más que nunca recordamos que somos criaturas muy vulnerables.
Una de las grandes lecciones que hemos aprendido en este año 2020 es que ningún desastre natural puede compararse con las consecuencias provocadas por las acciones humanas. La pandemia que vivimos ha sido resultado de nuestros malos hábitos de salud y alimentación, así como el impacto negativo que tenemos en el sistema ecológico.
Esto es algo en lo que muchas personas coincidirían, pero también la comunidad científica concuerda y confirma que necesitamos tomar medidas para evitar la propagación de otras enfermedades causadas por virus, los cuales se encuentran en animales que consumimos como parte de nuestra dieta.
La Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas es una organización que fue creada con el objetivo de evaluar el estado de la biodiversidad en el planeta y determinar las medidas ecológicas a tomar para la conservación de los ecosistemas. Esta organización hizo un reporte sobre la biodiversidad y las pandemias, en el que estuvieron involucrados más de 200 biólogos, expertos tanto en enfermedades como en ecología, y los resultados no son nada optimistas.
Según este documento científico se estima que, así como se considera que el SARS-CoV-2 se originó de un animal y fue transmitido al humano por consumirlo, existen otros virus en animales que pueden afectar a las personas; se piensa que son entre 540,000 y 850,000 microorganismos hasta ahora desconocidos.
Esas cifras son alarmantes si consideramos lo que ha provocado en todo el mundo la pandemia del coronavirus, por ello los expertos están advirtiendo a todos que ya se conocen más factores de riesgo involucrados en la propagación de enfermedades.
“No hay un gran misterio sobre la causa de la pandemia de COVID-19, o de cualquier pandemia moderna. Las mismas actividades humanas que impulsan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad también generan riesgo de pandemia a través de sus impactos en nuestro medio ambiente. Cambios en la forma en que usamos la tierra; la expansión e intensificación de la agricultura; y el comercio, la producción y el consumo insostenibles perturban la naturaleza y aumentan el contacto entre la vida silvestre, el ganado, los patógenos y las personas. Este es el camino hacia las pandemias”.
– Dr. Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance
Tomar las medidas necesarias para prevenir que estos virus infecten a los seres humanos costaría algo así como 52 mil millones de dólares. Es una cantidad muy elevada, pero no se compara con los 14 billones que ha costado la actual pandemia.
Las advertencias son más que claras y ahora nos toca a nosotros cuestionar qué podemos hacer o dejar de hacer para evitar una nueva pandemia internacional.