Un vino barato de supermercado participó en un concurso internacional de vinos y se llevó la medalla de oro. La broma fue hecha por un programa de televisión que disfrazó la bebida barata con una botella refinada y una etiqueta especialmente diseñada con un nuevo nombre.
La idea fue del programa francés On n’est pas des pigeons, informó la Radio Télévision Belge de la Communauté Française (RTBF). Con ayuda de Eric Boschman, un experimentado sommelier belga, hicieron una cata con los peores vinos del mercado, escogiendo uno con un valor de 2.5 euros (2.6 dólares), un vino catalogado como piquette, término para los embotellados hechos con los restos de otros.
El vino barato fue inscrito en el concurso internacional Gilbert et Gaillard, que otorga medallas distintivas a los productores cada tres meses. Para estar dentro, la inscripción costó 50 euros (53.3 dólares). Además, la bebida tuvo que pasar por un prueba de laboratorio para confirmar el nivel de alcohol y azúcar; eso costó otros 20 euros (21.3 euros).
Para la demostración, el equipo cambió la bebida a una botella más elegante y diseñaron una etiqueta especial en la que incluyeron a una paloma, haciendo referencia al nombre del programa. El vino disfrazado fue nombrado Le Château Colombier. Después de que los catadores lo probaron, dieron su veredicto:
Color rojo granate brillante. Nariz tímida que combina fruta de hueso, grosella y roble discreto. Suave, nervioso y rico en boca, con aromas limpios y juveniles que prometen una gran complejidad. Se desarrolla en finas especias y un toque de hollín. Muy interesante.
Boschman explicó que su triunfo en el concurso se debe a la falta de rigor en la evaluación y aseguró que en este tipo de concursos, los jueces son un mezcla de especialistas y aficionados. Además, señaló que algunos concursos solo lo hacen por el dinero de las inscripciones y el uso de las medallas en la etiqueta, que se pagan en 60 euros (64 dólares) por millar.