De entre todas las cosas indignantes que ocurren en el mundo, esta historia debe ser una las más insultantes, y de verdad nos hace dudar de que la humanidad tenga esperanza. Eros es un perro labrador de Medellín, Colombia, que solía vivir en un edificio de muchos pisos, y sus dueños le enseñaron a llevar encargos pequeños de mandado desde la tienda que estaba en la planta baja hasta los departamentos del edificio.
Con una canasta, poco a poco Eros fue aprendiendo a hacer encargos cada vez más lejos, y de pronto se había convertido en un repartidor habitual. Las personas confían mucho en él y lo tratan muy bien para que pueda seguir ayudando en su barrio. Sobre todo en estos tiempos de cuarentena, la labor de Eros se volvió muy importante pues lleva víveres a personas de poblaciones en riesgo que no pueden salir de sus hogares. Pero su historia dio un giro terrible por culpa de la delincuencia.
Increíble la delincuencia. Se le robaron la canasta de los domicilios a Eros, ayer mientras trabajaba. Ni él se salvó de los robos. pic.twitter.com/2iVbw5scth
— Érika Zapata (@ericayasmin4) July 10, 2020
No sabemos qué clase de persona sin corazón no se derritió a su tierna mirada, el caso es que alguien asaltó a Eros cuando iba de camino a llevar una cajetilla de cigarrillos al barrio Robledo Tulipanes, en Medellín. Según el dueño de Eros, lo extraño es que el ladrón dejó los cigarrillos pero se llevó la canastilla del perro.
Por fortuna este peludo repartidor no sufrió ningún daño, pero cuando las personas se enteraron del robo se desató la indignación y la preocupación por este fiel ayudante. Eros está bien, pero la gente cree que es señal de que debería dejar de hacer estos mandados por muy útiles que sean. Justo cuando creíamos que el mundo no podía estar peor asaltan a este adorable can.