Trabajar desde tu computadora mientras puedes disfrutar del paisaje y clima tropical de una paradisíaca isla del Caribe, suena demasiado bueno para ser verdad pero Antigua y Barbuda lo pueden ofrecer.
Una de las cosas que nos ha enseñado este 2020 y la pandemia es que existen muchos empleos que se pueden realizar a distancia, usando solamente la tecnología de las computadoras. Así que el sueño de hacer home office y seguir trabajando desde un lugar remoto para muchos se hizo realidad, y ahora también es posible que ese lugar sea una hermosa playa.
El gobierno de la isla Antigua y Barbuda, en el Caribe, diseñó una estrategia llamada Residencia Nómada Digital, en la que le ofrecen a extranjeros una estancia de dos años en este sitio para que puedan seguir con sus labores a distancia, mientras disfrutan de sus playas, y además brindarles un salario de 50,000 dólares durante su estancia.
En esta isla se ha controlado muy bien la pandemia de coronavirus, y a la fecha solamente llevan 100 casos positivos. Según el primer ministro Gaston Browe la isla es un sitio seguro porque “hemos aprendido cómo detectar rápidamente a las personas infectadas, cómo tratarlas rápidamente y cómo contener la propagación comunitaria”.
Sí, ya sabemos que suena demasiado bello para ser verdad, así que ahora viene la parte complicada de esta fantasía de home office caribeño. Para aplicar a este esquema debes demostrar, en primer lugar, que cuentas con un seguro de salud, pero también pagar un seguro de salud local cuando llegues allá.
La parte que nos duele en el bolsillo es que para inscribirse a este programa hay que pagar 1,500 dólares por persona, 2,000 si es en pareja, y 3,00o para una familia de tres personas. Bueno, para ganar hay que invertir ¿no? Antigua y Barbuda se suma a la lista de países que ofrecen estancias laborales a trabajadores en línea del extranjero, como Barbados.
Tomando en cuenta lo que gastarías en unas vacaciones en esa isla, quizá ahorrar para inscribirse a esta residencia sea una buena opción. Ya me vi trabajando en una laptop, pero sentado en la playa, con una sombrilla y una piña colada.