La figura del influencer se ha hecho cada vez más presente, con estos líderes de opinión dando sus recomendaciones y puntos de vista sobre los temas más variados, desde la política y la belleza hasta los viajes y los videojuegos. Las empresas han explotado el foro de esos “influenciadores” profesionales para ganarse clientes en poblaciones objetivo, pero ahora surge una nueva figura que busca eliminar los abusos de la falsa publicidad de los influencers: los antiinfluencers.
Recientemente se ha vuelto tendencia en Tiktok ventanear a los productos que no sirven, no cumplen con lo prometido o simplemente son inútiles, sobre todo cuando se trata de productos y servicios promovidos por influencers que usan indebidamente su impacto sobre el público para venderles baratijas o falacias. Con alrededor de 76 millones de búsquedas en TikTok, #deinfluencing y #antiinfluencer están convirtiéndose en un movimiento contra el consumismo desmedido y la ilusión de las marcas caras y productos basura.
Luchando contra las mentiras, las pretensiones y la frustración
Amén. pic.twitter.com/aPTvl4wLOP
— Matthew Rickson (@matthew_rickson) June 12, 2023
Entre las razones que se enlistan por parte de los antiinfluencers para enfrentarse a la oleada de influencers que buscan convenecerte de consumir lo que sus patrocinadores les pagan por vender, está la frustración que crea esta imagen de lujos que muchas modelos u otros creadores de contenido crean para sus personajes en línea y que muestran objetos de lujo que muchas veces son innecesarios pero cuya necesidad crean con su constante bombardeo de mercadeo sobre sus seguidores.
Aunque eso no estaría mal si, como pretenden, los influencers fueran sinceros en sus recomendaciones a los fans, pero dado que recomiendan lo que sea que les paguen por recomendar, los antiinfluencers han visto en esa situación un claro abuso de confianza que debe combatirse con la verdad y claridad, esto es, desinfluenciar a quienes siguen a los líderes de opinión vendidos.
Los antiinfluencers, además de denunciar los casos en los que se está haciendo un mercadeo descarado, también suelen tener como objetivo censurar a los influencers que no toman en cuenta a sus seguidores (que tienen bajo compromiso con su comunidad) y que no responden a las preguntas de sus fans sobre su contenido, incluidos comerciales.
Algunos de estos antiinfluencers incluso han calificado “denunciar” o “cancelar” a los influencers nefastos como “un modo de sanear las redes sociales, creando un ambiente mental más saludable”. Los mayores enemigos de la “antiinfluencia” son las expectativas irreales que forman los creadores de contenido en TikTok, Instagram, Twitter y Facebook, así como la deshonestidad al promover un modo de vida ficticio que solo tiene como objetivo vender.
La ironía: también son un tipo de influencer
En resumen, los antiInfluencers. pic.twitter.com/prBj8XzLNY
— Matthew Rickson (@matthew_rickson) June 12, 2023
Por supuesto, el mismo hecho de crear contenido que demuestre que algo no sirve es un modo de influenciar a las audiencias y aunque el objetivo es diametralmente opuesto, la práctica es básicamente la misma: buscan convencer. Así, la retórica es el pan de cada día tanto para influencers como para antiinfluencers.
Los antiinfluencers que solo se dedican a exponer las mentiras de otros, así como aquellos que tienen contenido de influencer en sus propias cuentas aclaran que en realidad no están en contra de los influencers como tales, sino a la práctica tramposa de recomendar solo porque te pagan, esto es, si se trata de un comercial, tienes que aclarar que te pagaron por recomendar algo: a cuentas claras, amistades largas.