Caballeros, ¿recuerdan el dicho “no juzgues a un libro por su portada”? No lo dijeron nada más porque sí, esta frase quiere decir que nunca juzguemos a las personas por la primera impresión, porque pueden darte una tremenda sorpresa.
Este anciano de Tailandia, de nombre Lung Decha, es el vivo ejemplo cuando fue a varios concesionarios de motocicletas mientras vestía una sucia camisa de gran tamaño, pantalones desgastados y sandalias.
El hombre fue de una tienda a otra, y en todas fue ignorado por los trabajadores, quienes lo veían con desprecio, y probablemente asumiendo que era un indigente que no tenía el dinero para comprar nada.
De repente, dio con el lugar perfecto, una concesionaria donde lo trataron con hospitalidad y paciencia.
Y de acuerdo a distintas fuentes, en 10 minutos el hombre ya había tomado una decisión y dijo: “me llevo esa”, y señaló una asombrosa Harley-Davidson de aproximadamente 24 mil dólares.
Decha es un mecánico honesto y diligente que se ha retirado parcialmente del trabajo.
Él no fuma, no bebe o juega. En cambio, después de trabajar duro durante toda su vida, decidió usar sus ahorros para comprar su motocicleta de ensueño.
Ahora su historia es compartida en redes sociales, y ha hecho de mucha publicidad al lugar donde por fin pudo comprar su juguete. Los demás vendedores que lo rechazaron se han de arrepentir bastante.