¿Justicia por mano propia, avaricia desmedida o simple venganza? El caso de un albañil que destrozó la casa que había construido para un cliente se ha vuelto algo polémico en Internet.
El dueño de un inmueble en la ciudad de Leicester, en la zona este de Inglaterra, contrató a un albañil en febrero para que hiciera ampliaciones considerables y reparaciones a la casa. Jay Kurji, de 40 años, quería un segundo piso, con techo y cableado nuevo, así como una nueva cocina comedor más amplia. Los trabajos iniciaron, pero cuando la construcción estaba muy avanzada, comenzaron los problemas. Así lucía la casa antes de que todo se saliera de control.
La obra ya había costado alrededor de 575 000 dólares y el albañil le pidió a Jay otros 4900 dólares para hacer reparaciones necesarias y terminar por fin la casa. Pero estos hombres discutieron, pues al parecer ese dinero extra no había estado contemplado en el presupuesto inicial.
Mientras se decidían y debatían quién tenía la razón y, sobre todo, si ese pago se haría o no, Jay y su familia se fueron de vacaciones. El albañil le advirtió que destruiría todo lo construido si no le pagaban a tiempo, pero el dueño de la casa lo ignoró.
El albañil aprovechó la ausencia de la familia, llegó a la casa con maquinaria y comenzó a destruir todo lo que pudiera. Derrumbó los techos que había colocado y en el interior de la vivienda destrozó puertas, vidrios y cualquier cosa en la que hubiera trabajado. Así fue como quedó.
La destrucción de esta casa también ocasionó daños a la calle y a las viviendas de los vecinos. Además, todo el material de construcción desechado quedó en la acera y pavimento, por lo que pronto se convirtió en un problema para todos. Cuando Jay y su familia volvieron, descubrieron que su hogar había quedado en puros escombros.
Queríamos que se hiciera mucho trabajo para que pudiera convertirse en la casa que siempre soñamos, donde cada uno de los seis miembros de la familia tuviera su habitación. […] Desafortunadamente, elegí al peor constructor.
– Jay Kurji
Fue una reacción muy fuerte, pero cuando el dueño de la casa (de lo que quedaba de ella) fue a la policía a presentar una queja formal, le dijeron que eso no era un crimen, sino una disputa civil y que no podían proceder legalmente contra el albañil.
Al parecer, el ayuntamiento de Leicester se hará cargo de los problemas relacionados con la calle, acera y pavimento, pero dejarán que Jay y su albañil arreglen su problema como puedan. Decir quién tiene la razón en este asunto queda como pregunta al aire, varones. Lo que sí sabemos es que Jay seguramente jamás imaginó que no pagar podrías salirle tan caro.