Podría jurar que yo alguna vez oí decir a mi perro “tengo hambre”. A veces los animales nos sorprenden más de lo que podemos imaginar, y nos sacan una carcajada con algunas acciones.
Tomen de ejemplo a este chico. No sé que diablos habrá hecho para hacer enojar a este pájaro, pero el ave, en su mejor inglés, le responde “F*ck you”
Sí, Ben, f*ck you, estás sentado en mi banca favorita.