Al pensar en la prisión no se puede evitar la sensación de algo desagradable, desde luego que perder la libertad no puede ser motivo de alegría o de fiesta, sino de experiencias desagradables para la vida.
Aunque no siempre sucede así, al menos así lo cuentan estos exprisioneros a través de Reedit, sitio de marcadores sociales y noticias donde los usuarios pueden dejar enlaces a contenidos web, incluso platicar sus experiencias.
Al preguntar a aquellos que han estado en la cárcel, ¿qué es lo más divertido que hayan vivido o presenciado?, aquí te presentamos algunas de las mejores respuestas:
1. Una buena manera de alejar a los acosadores
Usuario Reality Facade: “Había un chico nuevo que entró y casi nunca salió de su litera más que en las comidas y para ir al baño/ducha. Él se quedaba leyendo a veces hacía crucigramas o lo que sea; y había otro tipo al que conocían con el nombre de “Wolf”. Un día, durante el almuerzo, Wolf especuló que el tipo tranquilo estaba allí por algún tipo de asalto sexual, por lo que comenzó a acosarlo y le exigió ver sus papeles (documentos legales con cargos, condenas enumeradas). El tipo tranquilo lo ignoró durante varias horas, como si Wolf no estuviera allí. Me impresionó, Wolf era una especie de intimidador con los chicos.
Ese mismo día, Wolf continuó con su acoso, y mientras comía una naranja lanzó sus cáscaras al tipo tranquilo. El tipo tranquilo se mantuvo en silencio y sin hacerle caso durante unos minutos. Puso lentamente su libro abajo, se sentó, se estiró un poco y luego se puso de pie. Comenzó a caminar hacia las escaleras y bruscamente viró a la derecha y agarró de la camisa a Wolf. Lo empujó hacia atrás contra la barandilla, apoyó su peso sobre él, y le dijo algo inaudible.
Wolf parecía bastante asustado y el tipo tranquilo lo dejó ir. Luego retrocedió unos pasos y puso la mano hacia Wolf para levantarlo; Wolf miró con vacilación, pero luego le dio la mano dócilmente.
El tipo tranquilo volvió a leer su libro y Wolf se negó a hablar de lo que pasó con alguien, pero fue considerablemente menos engreído en todas partes. Un par de días más tarde, el tipo tranquilo fue transferido a un bloque de celdas diferentes, nunca supimos lo que le dijo”.
2. Se saltó la fila del comedor
Deuces Cracked: “Fui detenido por exceso de velocidad, y finalmente encarcelado por no haber pagado una multa de estacionamiento por un año. No tenía dinero ni a nadie a quien llamar para pagar la multa y supongo que el juez era duro. Pero eso era lo menor de mis problemas, porque yo estaría en la cárcel tres días antes de ver siquiera el juez. Además, hubo una operativo contra drogas y yo era el único blanco en toda la cárcel.
Un lunes por la noche estaba delante del juez, y me dijo que iría a la cárcel a razón de 12 dólares por día hasta que pagara la multa (era de más de 1,000 dólares, y yo no pagué porque mi correo fue retenido; el juez quería aparentar ser duro frente a las decenas de traficantes de droga que estaba remitiendo a la custodia del condado, esa es mi teoría).
Era mi primera vez en la cárcel, así que me despiertan y me dicen que tengo que hacer fila en la línea de comida o me meteré en problemas. Maldición, ¿alimentos? Suena muy bien para mí, los alimentos de la cárcel no me asustan: yo estuve en el ejército. Un estómago retumbante y yo fatigado, tropiezo afuera de mi celda, apenas con vida. Tomo una bandeja y camino hasta el chico que reparte la comida, pero él me dice que tengo que ir a la cola.
Estoy confundido. Tomo la comida de sus manos y lo pongo en mi bandeja y camino a una mesa. Vuelvo la mirada y me doy cuenta de que todos los guardias y los presos están mirándome como si no lo pudieran creer. Algunos de ellos con los ojos y bocas abiertos de asombro. Pero ninguno se topa con mi mirada. Cuando los miro, ellos se voltean hacia otro lado con timidez.
Los guardias y todo el mundo continúa con su desayuno y riendo. Y fue entonces cuando me di cuenta de que había una línea para la alimentación y la corté. Todo el mundo me evitaba como si yo fuera el tipo más duro allí o algo así, cuando en realidad la única ley que he roto intencionalmente en mi vida fue la prohibición de la marihuana y la conducción a 70 kilómetros en una zona 55”.
3. El Hombre batería
Mythrowawaymine: “Estuve un año en el Centro Médico Federal. Era fácil, y como era el FMC, atendíamos a todos los que no cabían en otros lugares. A la persona más rara le apodaban el “Hombre batería”. Por lo que yo sé, estaba exento de los equipos de trabajo y pasó un tiempo circulando por el dormitorio con una pila AA que sostenía contra la pared; respiraba profundamente con los ojos cerrados, y luego zumbaba.
Él creía que estaba limpiando el edificio del mal. Nunca supe lo que hizo con la batería -que era la misma para todo el año”.
4. Hacer vino y mantenerlo en secreto
stephen_1975: “Cuando la fermentación del alcohol escondido detrás del refrigerador explotó y toda el ala olía a naranjas, milagrosamente no nos descubrieron.
(Primero necesitas lavar el contenedor con mucho cuidado, con algunos productos de limpieza. Luego llenarlo con las naranjas, el pan y el azúcar, y sellarlo hasta que quede apretado para dejar fermentar. Tienes que abrirlo de vez en cuando para que libere un poco de presión, ya que se hincha; tal vez tirar un poco de pan y azúcar y esperar. También es necesario cambiar constantemente el escondite, porque los celadores suelen hacer controles aleatorios de vez en cuando, sobre todo cuando alguien está molestando. A menos que sea un vigilante importante y que esté buscando contrabando, por lo general, no indaga en toda el área. Así obtienes un poco de vino de naranja, en prisión, con un alto contenido de alcohol. Y listo).
Sin embargo, alguien olvidó liberar un poco la presión, luego de que el recipiente estuvo atrás del refrigerador en la zona común, toda la noche, por lo que el maldito explotó.
Todo el mundo comenzó de inmediato a limpiar, se vertieron los productos químicos de limpieza de todos para tratar de cubrir el olor. Por suerte, lo estuvimos cuidando durante el tiempo de limpieza y antes de que se presentaran a pasar lista después del desayuno”.
5. El Kung Fu hasta en los huesos
Cuando estaba en prisión vimos “Iron Monkey” en una noche de película. Y ya sabes lo que pasa cuando ves una película de Kung Fu con tus amigos: todos intentan ser Bruce Lee y Jackie Chan y golpearse entre sí. Y adivina qué… Lo mismo ocurre en la cárcel. Pero no estás con tus amigos. Estás encerrado en una caja de hormigón con más de 300 convictos. Ninguno de los cuales son tus amigos. Todos se aburren como nunca, y realmente no están contentos de estar donde están. Pero estoy divagando…
En fin, había un tipo asiático (era Hmong si mal no recuerdo) de nombre Tran, quien estaba viendo la televisión desde el segundo nivel, y se enojaba cuando se golpeaban entre sí… Lo siguiente que pasó es que estaba dando patadas y golpes en el aire, y gritaba desde lo más profundo de sus pulmones, “¡Yiiaaaahh! ¡Irooon Monkeeeeey!”. Estaba llamando la atención.
Uno de los guardias, un tipo con una complexión de Napoleón, trató de extender la mano y agarrarlo. Pero Tran, de forma rápida, le tiró una palmada y el guardia cayó junto a su compañero de sentón, como si hubiera salido de una película muda de Charlie Chaplin o Buster Keaton.
Tran salió corriendo por el pasillo de ese nivel, sin dejar de gritar desde lo más adentro de sus pulmones, pero en este momento se cayó y lograron rodearlo pero manteniendo su distancia. Tran cayó en frente de la puerta del patio, y de pronto un milagro sucede: la puerta se abre y se escucha en el altavoz “Hora de salor al patio”.
Pero por desgracia, la victoria para Tran no sería tan fácil. Avanzó hacia las escaleras pero fue bloqueado por los guardias; sin embargo dio un salto desde el segundo nivel gritando “¡Irooon Monkeeeeey!” y aterrizó en el primero
Terminó con dos fracturas en la pierna. La victoria no le sonrió ese día. Tran intentó ser la versión de la vida real de un personaje de Mortal Kombat, fue un maldito gracioso.