Las paradojas en el tiempo no son las únicas que existen, también están las sociales, tan bien caracterizadas por sociólogos como Ulrich Beck y filósofos como Jean-François Lyotard. Pero la teoría sobre la posmodernidad nunca había tenido tanto sustento como con este video de un raro gimnasio, en el que la gente se ejercita justo al lado de una señora que hace sopes y gorditas con harto aceite.
El video, como siempre, ha sido dado a conocer en TikTok. El usuario Juan Calderón ha subido la grabación a su perfil y en ella podemos ver, en un primer momento, una panorámica del fondo del inmueble en el que muchas personas se encuentran levantando pesas o jalando ligas, pero luego este paraíso del mam*do se deshace y el video se enfoca en una señora que se encuentra preparando alimentos en un disco al interior del gimnasio.
El video se encuentra amenizado con el conocido audio de Bob Esponja, el que dice “¡¿Qué es eso?!” y debido al contraste entre las musculosas personas y la tierna doñita que prepara con amor la comida, se ha reproducido más de 10 millones de veces.
Cabe destacar la minuciosidad del estante de la señora, pues tiene todos los elementos clásicos de un puesto de garnachas: disco con aceite, mesa con mantel de colores fuertes y recipientes de plástico, ah, y el sazón inigualable de una cocinera experimentada.
#Video Señora pone un puesto de garnachas dentro de un gimnasio y se vuelve viral
¡Ahora si, lo hemos visto todo! Señora pone puesto de garnachas en gimnasio y se vuelve viral pic.twitter.com/FtIFaIX8kt
— @Tlaxcala_Digital (@Tlax_Digital) August 15, 2022
Para algunos, esta combinación de elementos resulta impensable, pesas y sopes con crema, pero otros ven en esta paradoja un negocio redondo con mucha lógica. Sin embargo, no se ha dado una clara explicación de por qué la señora comparte espacio con el gimnasio.
Nuestra teoría es que el video es una captura directa de un castigo infernal, en el que los pecadores de gula fueron puestos a ejercitarse por toda la eternidad enfrente de un puesto de exquisitas garnachas que nunca pueden o podrán alcanzar.
En comentarios, muchas personas ya piden la dirección exacta de este gimnasio y otros dicen que van a copiar la idea. Otros más afirman que con esos instructores de espátula, masa y aceite sí se animarían a ir por primera vez a un gym. Desde la base de La guía del varón solo deseamos que su negocio perdure y prospere.