En este mundo hay gente astuta… y otras que ni siquiera para hacer fechorías son buenas. Respecto a lo segundo, un hombre fue arrestado en Minnesota, Estados Unidos, después de que robó un auto estacionado a las afueras de un Walmart. El muy ingenuo llamó al propietario dos horas después para que le ayudara a echar a andar el vehículo.
Para comenzar no fue culpa total del ladrón, pues según los informes de la policía, la propietario declaró que quería calentar un poco el motor de su auto, por lo que lo encendió de manera remota mientras salía del supermercado.
Edward Leroy Wilson, de 37 años, ingresó a las 8:35 p.m en el coche y decidió salir huyendo del lugar.
La policía dice que Wilson había conducido el vehículo a más de una hora de distancia de ahí, pero tuvo problemas cuando apagó el coche y quiso volver a encenderlo.
Menos de dos horas después, a las 10:30, después de que las imágenes proporcionadas por las cámaras de vigilancia mostraran que el automóvil salía del estacionamiento y que facilitaran dar con la identidad del malhechor, la dueña recibió una llamada de una mujer, como si se tratara de una secretaria de un taller, quien le dijo que una persona necesitaba hacerle preguntas sobre su vehículo.
Wilson entonces tomó la llamada y actuó como si no supiera lo que había pasado. Le dijo a la dueña que se llamaba Wayne Hennen y que trabajaba para un taller de reparación de vidrios, y que cómo sabía que ella tenía un auto igual, quería saber si le podría indicar cómo encender el auto que él supuestamente estaba arreglando.
Durante la llamada telefónica, la policía recibió un aviso de una persona que se mostraba sospechosa, por lo que presintieron que se trataba de la misma persona, acudieron al lugar y efectivamente dieron con el pillo.
Después de ser arrestado, Wilson admitió haber robado el vehículo y dijo que: “sabía que no era una buena idea subirse al vehículo”.
Claro que estuvo mal haber tomado algo que no era suyo, pero peor aún fue haber llamado al propio dueño para que le echara una mano.