En algún momento todos hemos tomado decisiones estúpidas cuando hemos estado borrachos, pero en un caso extremo, un hombre regresó a su casa con un tatuaje en la frente; como si se tratase de una película de Hangover.
Brit Paul, de 32 años, sorprendió a su esposa taiwanesa después de llegar a casa y mostrarle sus tatuajes en el rostro, uno en su frente que dice Taiwán, el nombre de la isla de Asia oriental, en enormes caracteres chinos, junto con una bandera de independencia en el mentón, una bandera taiwanesa alternativa diseñada por el Congreso Mundial de Taiwán.
Este es el resultado:
El británico, que vive en Taiwán desde hace más de una década y tiene su hogar en la ciudad de Kaohsiung, en el sudoeste del país, admitió haber tomado la decisión tras una animada discusión sobre la independencia de la isla de Asia Oriental durante una noche de muchos tragos de alcohol.
Luego entró al salón de tatuajes más cercano y pidió que le tatuaran las figuras en su rostro.
Expertos en el retirado de tatuajes han sugerido que Paul necesitará al menos 10 dolorosos tratamientos con láser, y aún más doloroso, pagar una cantidad de aproximadamente 6 mil dólares, por lo que esto podría ser uno de los peores y más graciosos casos de resaca de la historia.
Paul dijo muy convencido a un medio local en una entrevista:
“A mi esposa no le gusta. Está muy enojada. Soy estúpido. Me encanta Taiwán. Por eso lo hice, pero no hubiera hecho esto si no hubiera estado borracho”.
Acusado de aprovecharse de que Paul estaba ebrio, el tatuador responsable, Wei Cheng, afirma que cuestionó varias veces la decisión del hombre antes de continuar con el fatídico entintado.
Cheng dijo que le preguntó a Paul: “¿estás seguro de que quieres tatuar esto en tu cara?”, pero según él, su cliente respondió: “amo Taiwán. Tatúalo en mi cara”.
Le dije que incluso podría ser detenido por la policía, pero dijo que cambiaría su foto de pasaporte. Agregó Wei.
Según Cheng, tal fue el entusiasmo de Paul por sus nuevos dibujos que incluso se afeitó la barba él mismo para que el tatuador colocara la bandera en su mentón. Agregó que su cliente dijo estar muy satisfecho con el resultado.
Pero por muy feliz que Paul haya estado con su nueva obra de arte, su esposa estaba enfurecida por todo lo ocurrido.
Como ferviente partidario del movimiento por la independencia del país, estos recuerdos no son los primeros tatuajes taiwaneses en la piel de Paul. Se sabe que ya tenía la misma bandera verde, además de una figura con forma de dragón.
La conclusión es simple: no tomes decisiones cuando te encuentres en estado de ebriedad, podrías lamentarte del resultado a la mañana siguiente.