Las cámaras de seguridad de una tienda en Estados Unidos captaron el momento en que una mujer y sus amigas entran a una tienda de accesorios para bebés e intentan robar una carriola.
Al parecer estas señoras lo tenían todo planeado y el atraco por poco y resulta exitoso de no ser porque cometieron un pequeño error que les costó ser descubiertas: una de ellas olvidó a su hijo en el local.
Las cámaras de seguridad de la tienda, ubicada en Nueva Jersey, Estados unidos, captaron el singular momento en el que las mujeres llegan al lugar, acompañadas de sus hijos. Las jóvenes madres entran junto a un grupo de señores y después se les une una tercera mujer con un bebé en brazos, la escena en un principio no luce nada sospechosa.
En seguida, mientras una de ellas comienza a ver los artículos y acercarse cada vez más a la zona de las carriolas, las otras dos mujeres distraen a los empleados con preguntas, según el informe policíaco, sobre productos que se encontraban en otra área, mientras la mujer de playera naranja coge una carriola disimuladamente, intenta ponerla en pie y al no poder sale del local con ella en los brazos.
En seguida vemos salir a las demás mujeres despistando a los trabajadores de la tienda con más dudas. Ninguna de ellas se ha percatado que al salir dejan atrás al bebé que llegó con la mujer que se llevó la carriola.
El trabajador se dio cuenta que uno de los carritos faltaba, pero estaba igual de apurado porque un niño había sido dejado en la tienda y es cuando llama a la policía. Al parecer, el encargado le cuenta a las demás clientas lo ocurrido y salen a buscar a las delincuentes, quienes más tarde regresan a la tienda por el bebé (pero no la ladrona, al parecer ella se queda cuidando a los demás niños).
Los trabajadores le dijeron a la policía que dos mujeres regresaron por el menor y la cámara lo captó todo. Este error fue el que ayudó a los oficiales a entender su plan y dar con la mujer que robó la carriola.
Ya lo decía mi abuela: “Vergüenza es robar y que te descubran”, pero más vergüenza ha de dar ser descubierto y que todavía seas el hazmerreír por haber olvidado a tu niño en el lugar que asaltaste.