La fuerza no hace la justicia, pero, sin duda, ayuda. En esta ocasión, frente a la actitud injusta de un miembro de las fuerzas armadas acuarteladas en Irapuato, Guanajuato, trabajadores de la industria del reparto de alimentos por aplicación tuvieron que demostrar que también hay fuerza en los números, solidarizándose con un colega, a quien los militares se negaban a pagar por una entrega realizada.
Inicialmente se reportó por Twitter que durante la noche del 11 de mayo de 2022, el cuartel militar del 8º Regimiento Blindado de Reconocimiento fue puesto bajo asedio por repartidores que exigían que se realizara el pago del pedido que había consistido en 45 pollos rostizados y que fue entregado en tiempo y forma, pero que nunca fue pagado, con la excusa de “no tener cambio”.
Ahorita vuelvo…
El repartidor al que supuestamente le fue robado el pedido, quien trabaja a través de la plataforma de pedidos de comida en línea Uber Eats, narra que llegó al cuartel a eso de las 7:30 p.m. para entregar la preciosa carga de aves de corral rostizadas a la perfección, provenientes de la rosticería El Pollo Feliz. Dicen que el pedido fue recogido por un militar, quien aceptó los pollos, pero que con la excusa de “no tener cambio”, se internó al resguardo de los terrenos del cuartel, dizque a buscar el dinero.
Luego pasó el tiempo… tanto, de hecho, que el repartidor llegó a la conclusión de que el cliente no pensaba regresar para pagar su cuenta pendiente. Dado que su insistencia en recibir respuesta del interior de las instalaciones no daba resultados, se comunicó con compañeros de la industria para que lo ayudaran a ejercer presión sobre los robapollos de uniforme.
Presión e intervención de los medios
Según la narrativa, trabajadores dedicados de compañías de entrega de pedidos a domicilio, tales como Uber Eats, Didi y Rappi, se dieron cita a las afueras de las instalaciones para demostrar que su compañero no estaba solo en su lucha. El Regimiento Blindado fue rodeado tácticamente por el escuadrón de repartidores en motocicleta en cuestión de minutos y, entonces, su demanda del pago justo inició.
Supuestamente, la insistencia en la petición del pago se extendió durante horas, pero no recibieron respuesta sin importar cuánto se esforzaron por hacerse oír. El único recurso que le quedó a los trabajadores para que se escuchara su voz fue la denuncia pública por medio de los medios de comunicación (sin embargo, no se aclaró a cuáles), para difundir la injusticia a la que su agremiado había sido sujeto.
Controversia
‘Esta noticia es más falsa que las palabras de amor de tu novia’; ‘Qué rara noticia, porque Uber Eats solo entrega pedidos en efectivo por un monto máximo de 400, al igual que Didi y si te pasas, necesitas tarjeta de crédito, no entiendo cómo pudieron hacer el pedido de tantos pollos en efectivo. La verdad sí parece falso’; Simplemente quedan etiquetados y ya nadie les va a vender pizzas… comerán tortas’.
– Comentarios en el tuit de @edgarfabianvf, quien publicó la ‘denuncia’
La denuncia se encontró con varias reacciones, desde aquellos que mostraban solidaridad por el repartidor y su gremio, cuyo justo reclamo (supuestamente) era que se pagara lo que se debe hasta la gente que dudaba de la veracidad de la crónica, pues encontró agujeros en la historia, como el límite del monto de los pedidos, que no podría ser tan alto como el que se relata en el hilo que dio a conocer la noticia.