La ciudad te observa y no es porque haya cámaras en todas partes, sino porque este chico se ha tomado la tarea de poner ojos de plástico a los objetos callejeros en Bulgaria y el resultado es un gracioso estilo de streetart, conocido como eyebombing.
Esta forma de arte callejero empezó desde el mes pasado y a diferencia de los grafitis, que siempre molestan a uno que otro (sobre todo a los dueños de la vivienda), estos ojos saltones solo pueden sacarle una sonrisa a cualquiera que los ve.
Estas coquetas intervenciones son obra del artista callejero conocido como Vanyu Krastev, quien en verdad tiene buen ojo para encontrar los mejores lugares para darles el don de la mirada: desde esculturas rotas, hasta lámparas, tubos o árboles.
Echa un vistazo a las imágenes:
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¿Cómo te quedó el ojo?