El piloto norteamericano consolidado en Nascar Jeff Gordon fue invitado por Pepsi para realizar una broma bastante pesada. ¿El objetivo? Un inocente vendedor de autos.
Jeff Gordon fue caracterizado con bigotes y barba falsos, gorra, lentes y hasta arrugas para no ser descubierto, dada su gran fama en el automovilismo. La broma empieza cuando el piloto llega a una agencia de autos usados y pregunta por un flamante Camaro, cuando el vendedor se acerca, le ofrece una prueba de manejo.
Después el piloto lleva al vendedor de autos en una aventura digna de los mejores rallyes del mundo, mientras el asustado hombre intenta persuadir al “comprador” para que detenga el auto.
La broma termina cuando regresan a la agencia y el vendedor baja furioso del auto, mientras el piloto descubre su identidad y todo termina en risas.
https://www.youtube.com/watch?v=Q5mHPo2yDG8
El video se volvió tan viral que causó mucha polémica a través de internet, y los medios periodísticos no fueron la excepción. Especialmente, un periodista criticó enérgicamente la veracidad del video, poniendo en duda la reputación de todos los que participaron. Y así, este periodista se convirtió en el nuevo objetivo.
Caracterizado de una manera más extrema, Jeff Gordon hace el papel de un taxista ex-convicto, mientras dicho periodista ordena un taxi desde su hotel. El taxi (evidentemente modificado dado el desempeño que nos muestran las manos del experimentado piloto), llega al hotel y la broma comienza. Durante el camino una patrulla de policía (también parte de la broma) le indica al “taxista” que se detenga, cuando éste comenta a su pasajero “no puedo regresar a la cárcel, amigo”. Así comienza una fiera persecución por los caminos aledaños a la carretera estatal. ¡Le dieron su merecido, a su manera!
https://www.youtube.com/watch?v=dRIgmKGDqFM