La vida se pasa rápido, en un abrir y cerrar de ojos pasamos de ser unos niños que se divertían sin preocupaciones, a unos adultos estresados y con deudas hasta el cuello.
No sé si se han fijado, pero hay momentos claves en los que descubres que ya eres viejo: el momento donde empiezas a entender por qué los adultos de tu vida hacen ciertas cosas. Por ejemplo, si ahora entiendes por qué tu papá se queda dormido en el sillón a medio día, felicidades, ya eres viejo y estás a punto de hacer lo mismo.
Estas personas nos dicen los momentos en los que se dieron cuenta que ya no hay vuelta atrás, son adultos en toda la extensión de la palabra: