Imagina que tuviste un día largo y ocupado en el trabajo, tanto así que no pudiste comer nada en la hora del almuerzo y tu estómago ruge peor que un león enjaulado. Como sabes que no hay nada en tu casa, decides comprar o pedir comida a domicilio. Saboreas el platillo incluso antes de tenerlo entre tus manos, pero ¡oh, sorpresa!, resulta que esa deliciosa comida no es lo que esperabas, así que te sientes enojado, hambriento y decepcionado, por lo que no disfrutas ni un solo bocado.
Sí, a todos nos ha pasado algo similar y hoy venimos a reírnos de la desgracia ajena con esta galería de personas que se decepcionaron bastante al comprar comida y recibir una burla empaquetada. Adelante con las imágenes.