No es pecado darle una “arregladita” a las fotos de perfil; por el contrario, si puedes hacer que una imagen se vea mejor, adelante. El problema viene cuando de tantos “arreglitos” dejas de ser tú, así qué chiste.
Si se cuidaran los detalles, entonces no tendríamos estas joyas del Photoshop y los filtros de aplicaciones. Estos genios pensaron que nadie notaría sus retoques, pero la realidad es que son tan obvios que hasta la vista duele…